jueves, 30 de abril de 2015

La falacia de la recuperación

" La economía española registra el mayor avance trimestral desde 2007.
La inversión en construcción y el gasto público se unen al impulso del
consumo privado".

(Titular de la portada de Elpais.com.- 30. Abril.2015)




Cualquiera diría, leyendo  titulares así, que la crisis es agua pasada y que estamos de nuevo cabalgando a galope entre los grandes  países y alejados ya de una mala pesadilla.
Sin embargo, la realidad es tozuda. Poner pie en tierra, y abandonar falsos cantos de sirena intencionados,  nos conduce de inmediato a mirar a fondo aquello que nos rodea.  Es así como  toda esa falacia y todas esas mentiras y embustes con que nos bombardean a diario  desde todos los medios relevantes  y desde todas las instituciones, se desvanecen.
¿Es que acaso destruyendo empleo  y con una baja inflación, tiene algún sentido el avance que nos pregonan a bombo y platillo?.
La mejoría económica que se nos está vendiendo no se nota en las familias ni en los trabajadores. Podríamos  afirmar más bien que están aumentado las diferencias sociales  y que el modelo distributivo está estrangulado.
Asistimos a un maquillaje orquestado de la pobreza y de la desigualdad. Esa, y no otra, es la realidad.
Aquella cacareada crisis de 2008 - ¿ la recuerdan?- sirvió de excusa perfecta para comenzar la demolición sin escrúpulos de los avances de bienestar social conseguidos en la Europa de posguerra. Y también, para que las cúpulas financieras y económicas se adueñasen de las políticas y y postrasen  ante ellos a la estructura y cuadros políticos de los países de la Unión. Y, por supuesto, para marcar una muy definida línea divisoria infranqueable entre países de primera y de segunda categoría a pesar de tener el euro como moneda única. Así se está construyendo la Europa de los mercados frente a la Europa de los pueblos. 

No hacía falta ser un experto ni nada parecido  para observar desde los inicios de la pregonada crisis y de aquella famosa prima de riesgo que nos atemorizaba en ración diaria como nueva inquilina en cada casa, que todo era una mentira. Una vez amedrentados, se trataba  de meternos  en quirófano y efectuar una operación " a fondo" para ahuyentar de nuestras vidas el fantasma del rescate. Con previa anestesia, por supuesto.
Jamás, sin el brutal número sostenido de parados, se hubiese llevado a cabo todo el proceso devastador hacia el nuevo modelo social  que se está creando. La crisis, nos dicen, ya pasó. Sus dramáticas  consecuencias, no. 
Pasada la crisis, el laboratorio de revelado nos está mostrando una foto que no deja lugar a dudas. Entre 400.000 y 700.000 personas ( la mayoría jóvenes), han sido expulsados de nuestro país al no encontrar aquí ni presente digno ni futuro esperanzador. Esta emigración- pura y dura- es para nuestra Ministra de Empleo, simple " movilidad exterior", haciendo un puro alarde eufemístico y anestésico. Tal vez, con objeto de no comparar este presente emigratorio con el vivido en la España de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado.
El paro, se está cubriendo con el subempleo. Un empleo precario, de devaluación salarial y a tiempo parcial en la mayoría de casos. La realidad es diáfana: lo que se está produciendo  es un reparto del empleo existente,  con un reparto salarial. Recordemos como hace muy pocos años ( entre 2002 y 2007), se usaba el término mileurista  para referirnos, en  tono entre despectivo y jocoso, a todos aquellos que cobraban al mes la exigua cantidad de mil euros. Hoy día, quienes cobran esta cantidad son, hablando en términos coloquiales, los reyes de mambo. No hay auténtica conciencia de este hecho que, por sí sólo, nos habla del engaño de la recuperación. Por desgracia, la costumbre se ha ido instalando hasta aceptar con naturalidad la precariedad en la que viven instalados millones de personas. Esta normalización de hábitos y formas de vida inaceptables,  anula la memoria como factor clave  de posibles y necesarios análisis que conduzcan a tomar conciencia de la realidad.
La Reforma laboral- por no hablar de otras muchas leyes aprobadas en estos últimos tiempos y que afectan a diferentes  ámbitos- ha posibilitado la eliminación de garantías laborales que parecían intocables: está fomentando la contratación temporal a tiempo parcial, está precarizando  la contratación indefinida con indemnizaciones injustas por despido, está eliminado la capacidad igualadora de los llamados convenios colectivos en favor de un creciente poder empresarial que es quien fija las condiciones, y está produciendo reformas regresivas  en materia de protección  como la  reducción de pensiones, las prestaciones de desempleo  y de dependencias.
La implantación y viabilidad de esta Reforma Laboral sólo se entiende desde el actual paro existente como generador de la indignidad obligada: y que consiste en  aceptar lo que sea y como sea con tal de tener el trabajo que sea.
Este modelo, en cuyo nacimiento nos encontramos, acabará sin duda con la crisis. Mejor dicho, ya ha acabado como nos muestran las estadísticas interesadas y voces al uso, tan distantes de los latidos de millones de personas  corrientes con nombres y apellidos, sumergidas en situaciones muy duras y hasta hace poco inimaginables
Porque hay que afirmar con la misma contundencia que muestran los pregoneros del final de la crisis, que el trabajo que se está generando es precario, a tiempo parcial y de bajos salarios. Es decir, es un trabajo que condena inexorablemente a la pobreza a grandes capas de la población trabajadora. Y esto, ha llegado para  quedarse, salvo que tomemos conciencia de ello y se produzca una reacción traducida en las urnas ante tal engaño y regresión.

Las consecuencias, a medio y largo plazo, las podemos imaginar a no ser  que miremos para otro lado esperando como mucho el nuevo maná regalado del cielo.
Pobreza, desigualdad, y baja cohesión social.  Hablamos, sobre todo, de nuestros jóvenes condenados a un futuro sin empleo- o precario- y sin protección social. Ya casi no existen, por ejemplo,  horas extras. Para mantener el empleo- en caso de que se tenga- hay que echar horas y bajar la cabeza ante el abuso desmedido y la desprotección.
Por todo ello, afirmo que la recuperación es una falacia y un embuste. Es, simplemente, mentira. Aún seguimos creyendo que de verdad vendrán tiempos mejores sin necesidad de cambiar de raíz a todos aquellos que hasta aquí nos han traído con plena conciencia, haya sido por acción u omisión.
Y, además, es una trampa enorme, pensar que gracias a la economía sumergida se está resolviendo, o al menos paliando, esta situación insostenible. Esa solución , que nos lleva  a pensar y a decir que en el fondo no hay tanto paro ni tanta miseria, es un encubrimiento peligroso de la realidad, porque no genera recursos para la Seguridad Social, ni financia las pensiones, además de desarticular el funcionamiento civilizado y democrático de una sociedad, que deja  a la intemperie a buena parte de la misma al grito de ¡ sálvese el que pueda!.
Es pan para hoy y hambre para mañana. No se afrontan ni corrigen las raíces y, por tanto, permite un presente falso y  abre un futuro incierto,

¿A qué están llamando empleo después de la crisis? Ni por asombro nos retrotrae a la situación previa a la misma. El retroceso actual solo encuentra parangón  si nos remontamos  varias décadas atrás.Tiempo hay por delante estos meses preelectorales para que el engaño siga avanzando a velocidad de crucero.
Continuarán en su tarea de que el lenguaje económico ( ese que trata en definitiva de todo aquello que nos importa, como son la sanidad, la cultura, la educación y la dependencia entre otras cuestiones), sea interesado  para que no entendamos nada y sigamos pensando que  es irremediable hacer lo que nos dicen,  creyendo previamente lo que nos cuentan.


lunes, 27 de abril de 2015

Los placeres y el vino



Primero fue la aparición de las vides allá por el período terciario del tiempo geológico, mucho antes de la presencia del hombre. Después, el vino comenzó a producirse en Georgia e Irán entre el seis mil y el cinco mil antes de Cristo. En Mesopotamia, Fenicia y Egipto encontramos testimonios de la cultura del vino desde el año dos mil quinientos antes de nuestra era.

En la mitología griega, Apolo y Dionisos eran hijos de Zeus. Apolo es el dios del Sol, la claridad, la música y la poesía, mientras Dionisos es el dios del vino, la sensualidad y el éxtasis. Este politeísmo religioso ha sido interpretado en clave de dicotomía filosófica y literaria subrayando que lo apolíneo representa la armonía, la luz, la razón, la serenidad, la medida; mientras que lo dionisíaco simboliza la embriaguez, la vitalidad, lo excesivo, lo impulsivo, lo desbordante.

Nietzsche en su libro “El nacimiento de la tragedia”, publicado en 1.872, observa cómo en el arte dramático griego se fusionan, inicialmente, los impulsos artísticos apolíneos y dionisíacos. Insiste en que los trabajos de Esquilo y Sófocles representan la cumbre de la creación artística. Es con Eurípides con quien la tragedia comienza su decadencia, que se consolida con Sócrates que hace una interpretación racionalista de la tragedia pervirtiendo su origen.

Esta tradición socrática continuó con Platón y el cristianismo que suponen una apuesta por lo apolíneo frente a lo dionisíaco, por la razón contra los instintos, por lo medido y ordenado en detrimento del impulso creativo.

Frente a ello, el dios griego Dionisos (Baco para los romanos) es el dios de la vida vegetal y del vino. Representa una dimensión fundamental de la existencia: los aspectos oscuros, instintivos, irracionales, biológicos. Es una liberación vitalista del hombre sin prejuicios ni normas, sin dogmas ni reglas, que permite lograr el desarrollo de la creatividad y disfrutar de los placeres de la sensualidad.

Ahora bien, los placeres, ¿no tienen límites? Hasta el propio Epicuro, defensor del hedonismo, ya en el siglo IV antes de nuestra era, los establece. Epicuro considera que la felicidad consiste en la ausencia del dolor y la búsqueda del placer, que debe estar dirigida por la prudencia y la moderación, evitando los excesos. Los placeres no tienen por qué ser copiosos, produciendo empacho, resaca o dolor de cabeza. El placer se debe asociar siempre a la alegría. Se trata de procurar un estado de bienestar corporal y espiritual al que llamaba ataraxia o tranquilidad de ánimo. Criticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres.

Kant (1724-1804), uno de los más grandes filósofos de la historia, en su obra “Antropología en sentido pragmático” se refiere a las “sustancias productoras de embriaguez”, aportando unos ciertos criterios selectivos y enunciando el carácter del vino como fuente de una cierta exaltación afectiva compartida. Dice:

“El vino y la cerveza, de los cuales el primero es meramente excitante, la segunda más nutritiva y parecida a un alimento, provocan la embriaguez sociable; hay, empero, la diferencia de que las orgías de cerveza son más soñadoramente herméticas, frecuentemente también groseras, mientras que las del vino son alegres, ruidosas y de chistosa locuacidad”.

“El beber desata la lengua. Pero también franquea el corazón y es el vehículo material de una cualidad moral, a saber, la franqueza. La reserva en los propios pensamientos es para un corazón puro un estado opresivo, y unos bebedores jocundos no toleran fácilmente que nadie sea en medio de la francachela muy moderado; porque representa un observador que atiende a las faltas de los demás, pero reserva las suyas propias… En la licencia que el varón tiene para rebasar un poco, y por breve tiempo, en gracia a la alegría colectiva, los límites de la sobriedad, se da por supuesta la bondad del corazón…”.

Por fin, en el ámbito literario, en el que tantas veces el vino ha ayudado a las musas,  Charles Baudelaire (1821-1867) afirma: “Para no sentir el horrible peso del tiempo sobre sus espaldas, hay que embriagarse sin tregua. De vino, de poesía o de virtud, a vuestra elección. Pero embriáguese”.


                            JMTB, 22 de Abril de 2015

jueves, 23 de abril de 2015

23 de Abril: Dia de libros y rosas

" Todos los libros pueden dividirse en dos clases: libros del
momento y libros de todo momento".

( Jhon Ruskin.- Escritor inglés. Maestro de la prosa inglesa.
Crítico de arte y sociólogo).




Hoy, día 23, los libros han salido a la calle con el alborozo propio de asistir a la cita puntual con sus amantes- o no-, para decirnos que existen, que son reales,  y que están ahí esperando nuestra mirada y nuestra lectura. Cantidad de plazas, de calles o de recoletos rincones de nuestras ciudades y pueblos se disponen a ofrecernos la  seducción  que destilan los libros en esta primaveral mañana de Abril. 
Hoy es su fiesta. El libro como emblema de cultura, como atributo y distintivo de una sociedad libre y avanzada y como antídoto de la marcha atrás, de la ceguera, de la parálisis, del desconocimiento y de la manipulación.
El poder de los libros es inmenso. Bien lo saben quienes,  en el presente- y en el pasado-,  tratan permanentemente  de obstaculizar de  mil maneras su difusión y de acotar el acceso a la cultura como medio de liberación. Nuestro pasado está lleno de libros censurados, exiliados, prohibidos y destruidos, vinculado siempre  al fanatismo ideológico y motivado por objeciones morales, políticas o religiosas.
Los libros son semillas de libertad, de igualdad, de complicidad, y de miradas atrevidas hacia todo aquello que nos enfunda y nos oprime. Son abonos  del crecimiento interior que estimulan el progreso frente a un desarrollo deshumanizado.
Hoy es un día de agradecimiento a quienes pusieron y  ponen su mente y su pluma al servicio de la sociedad. También a quienes mantienen sus librerías contra viento y marea como semilleros y abonos disponibles. Y a  los libreros de viejo y sus lugares emblemáticos. ¡ cómo no recordar esta mañana  la Cuesta de Moyano en Madrid, el Mercat  de San Antoni en Barcelona, la ribera del Sena en París,...o a ese pequeño  librero solitario y anónimo  que vemos habitualmente en nuestras ciudades con su improvisado tenderete!.
Todos ellos permanecen con la antorcha encendida y alzada en  tiempos de mezquindad y de vientos desfavorables. ¡Tiempos difíciles, también, para los libros!.¡Cómo no!.
Porque no todo vale. No todo debería valer. La creatividad, el esfuerzo y el trabajo de los  autores, la disposición y entrega de los buenos libreros  maestros en su oficio, y nuestro amor y reconocimiento hacia los libros, deberían lograr que nuestro afecto y admiración hacia todo ello, diesen la espalda sin paliativos  a la llamada piratería tan en boga. Los avances y desarrollos tecnológicos jamás deben servir de justificación para no pagar escrupulosamente el precio de lo que se nos ofrece, porque existe algo tan evidente como es la propiedad intelectual.
Afirmar que estamos en otro tiempo y que las cosas son como son,  es no querer ver que también  en esta cuestión somos un país especial: ahí estamos ocupando el triste y vergonzoso liderazgo  en piratería de servicios. El elevado precio de los libros y el lacerante impuesto del IVA cultural, son otra historia y, por tanto, otras guerras distintas en las que batallar.
Festejar hoy,  23 de Abril, el Día del Libro, es, entre otras cosas, valorarlos  y arroparlos. Piropearlos y hacerles saber que no queremos que nos abandonen nunca. 
Y comprarlos, o utilizar las bibliotecas públicas y sus servicios de préstamo. Al igual que hacemos con todo aquello que valoramos  o apreciamos y queremos disfrutarlo. 
Argumentos a favor de las llamadas descargas,  la verdad es que se me escapan, Ni los entiendo ni los comparto.
¡Feliz día!

* (Recomiendo la lectura del discurso íntegro- titulado  A la llana y sin rodeos -, del escritor Juan Goytisolo  durante la ceremonia de recepción del  Premio Cervantes, celebrada esta mañana ante los reyes en el paraninfo de la universidad de Alcalá). 






lunes, 20 de abril de 2015

Lampedusa: nueva TRAGEDIA HUMANITARIA

" Si de algo sirve la poesía es para denunciar atrocidades como esta"

( Josefa Parra.- Poeta)


Hoy, se nos estremece el corazón golpeado  por la vileza.
La Europa de los mercados, es ajena a esa otra Europa de los pueblos, de lo sentimientos,de las sensibilidades, y de proyectos solidarios.
La miserable e insensible Europa de los mercados. 
Actuando sin piedad para los pueblos de este lado del Mediterráneo y sin querer mirar  más allá de la otra orilla vecina. Sin atreverse a mirar de frente, las miradas de quienes nos miran clamando socorro  y solidaridad. Miradas brillantes, espejos de guerras, hambrunas y desesperación, y que buscan, simplemente, un mañana  de aire para poder respirar. Una mano tendida. Y sobrevivir resistiendo.
Centenares de muertos- 1500 en lo que va de año- en las mansas aguas mediterráneas, embravecidas de nuevo  con despojos humanos  anónimos. Sin nombre, sin familia y sin historia. 
Detrás de cada uno y de cada una, hay un nombre, una edad, una familia, una historia y unos proyectos cercenados  que nunca conoceremos. Una lucha, frustrada, para alcanzar el paraíso, que jamás llegará ya para ellos. 
Vergüenza y fracaso social desde esta orilla.
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Con  permiso de su autora, incorporo a esta entrada  unos poemas que gritan contra tanta canallada y tanta infamia. Poemas, palabras,  que nos acerquen a sus  miradas de mil interrogantes sin respuestas, y nos alejen  de las voces- sin miradas- mentirosas,  inhumanas y mercantilistas de quienes han tomado el puente de mando pensando que Europa es un gran supermercado y las personas sus mercancías.




EL DESARRAIGO

Parece que he cruzado las distancias
hacia un mundo de muerte,
donde nada responde a mi llamada.
( Badr  Xaquir Al- Sayyab.- 1926- 1964)



Me estoy buscando en vano,
converso sin razones,
simulo estar despierto y estar vivo
para evitar preguntas;
tengo pulso
y me crecen las uñas todavía
para no descubrir este silencio,
esta ausencia del alma
y este hueco
que me ha nacido dentro.
¿Dónde estarán mi cielo, mis palabras,
dónde estará mi nombre, alto y vibrante,
que aquí nadie conoce?

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PAISA


Llamadme por mi nombre,
que era el nombre también del padre de mi padre
y es un nombre magnífico, que suena en el desierto
con un eco abrasado de fuego y valentía.
Llamadme por mi nombre de guerrero, valioso
más que una joya antigua engastada en un cinto,
más que una rica espada, más que veinte camellos.

Un día fui un hombre
que miraba horizontes de luz sobre la tierra,
que contemplaba cielos numerosos de estrellas
tumbado en las calientes dunas de Yarabub.
Llamadme por mi nombre.

(AFRICA. Del libro de poemas  " Segunda opinión".- Josefa  Parra)

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Al solicitarle permiso para incluir los poemas anteriores en esta entrada, Josefa Parra, me envía otro poema sobre la tragedia de los muchachos marroquíes cuyos cuerpos llegaron a Rota, hace ya once años. Gracias por compartirlo en este blog.




FÁTIMA ESPERA CARTA



Fátima espera carta.

Fátima, que no lee,
pacientemente espera aquella carta,
la prometida ( " madre, en cuanto llegue..."
" tú busca al escribano..."). Madre Sola.

Imagina a su hijo en camas suaves,
limpias, tendidas sábanas, su cuerpo
descansado y feliz tras la comida,
quizá tras el amor. Y se sonríe.

Fátima no consulta el almanaque,
sí semanas o meses. Madre Espera.
Mientras, el cuerpo bello de su hijo
en el lecho de arena de una playa.
                                                                              ( Josefa Parra)


* Josefa Parra: Poeta española nacida en Jerez de la Frontera. Lda. en Filología Hispánica y Doctora en Literatura Española. Especialista en Gestión Cultural. Trabaja en la Fundación Caballero Bonald y es subdirectora de la revista literaria Campo de Agramante. Ha publicado numerosos poemarios. Galardonada con el Premio Internacional de Poesía Loewe a la Creación Joven, 1995. Accésit del Premio de Poesía Luís Cernuda 2000 y Premio de Poesía Unicaja 2006.
Sus poemas han sido traducidos al portugués, al francés, al árabe, al inglés y al ruso.

domingo, 19 de abril de 2015

17. 621

" La justicia tendría que ser un servicio útil y no lo es. Hoy día no es el servicio
que precisa la gran mayoría de los ciudadanos para resolver sus litigios".

( Manuela Carmena.- Jurista )


El número que da título a esta entrada no es, como pueden imaginar, el cupón de la ONCE premiado ayer ni tampoco ninguna nueva cantidad descubierta de millones de euros bailando la cumbia  en remotos o cercanos paraísos fiscales.
Podría ser una pequeña parte en euros de lo que nos ha costado a los contribuyentes el rescate bancario o un dato de la bajada del paro ahora que la crisis es agua pasada- dicen-  y nuestro timón  apunta a toda máquina hacia las aguas tranquilas del crecimiento- eso nos dicen también-. Pero tampoco lo es.
Según datos que en su día hiciese públicos Alberto Ruiz Gallardón ( anterior ministro de justicia del gobierno de España), la cifra  17.621 corresponde a otro tipo de asunto no menos provocador..
Es, digamos, un "premio gordo" a la ciudadanía.
Imagínense por un momento que retrocedemos a la mañana del pasado  veintidós de diciembre, día del sorteo de Navidad. Una pareja de niños del Colegio San Idelfonso, canturrean  con la monotonía y el tono habitual de siempre los números y los premios que van saliendo de las esferas metálicas. Uno de ellos, canta el número 17621  y a la chica le cambia la cara a ver su bola y grita una y otra vez el premio mientras se dirige al estrado de la presidencia,..... ¡Aforadooos! ¡Aforadooos!. El Presidente de la mesa, muy en su papel, confirma lo el hecho ante  micrófonos y cámaras: ¡17621... aforados!.
No  sé si en este caso, el público de la sala  saltaría de sus sillones contagiado de la alegría del momento o se revolvería con gritos menos agradables al escuchar la cifra del premio gordo.
Aforado, es " persona que por su dignidad, rango o profesión goza de algún fuero o privilegio  en materia de jurisdicción". Para ellos, la justicia funciona con guantes de seda o al menos distintos que para el resto de los mortales. Son juzgados por el Tribunal  Supremo y no por los tribunales de sus ciudades respectivas. Se afirma que los aforados son cargos  de responsabilidad a los que " hay que proteger de las presiones a las que puede verse sometido un Tribunal ordinario". Ahí queda eso.
La cuestión, es que el aforamiento transmite a la sociedad una irritante percepción de privilegio.
Nuestro país y su " Marca España", en gira actual por medio mundo con los  múltiples y variados "numeritos" de todos conocidos, hace gala una vez más  de su peculiar estilo y funcionamiento interno en comparación con el resto de países democráticos de su entorno a los que tan unidos nos sentimos monetariamente hablando.
¡ 17621 aforados!. de los cuales casi 2000 son políticos. ¿ Hay quien de más?.
Cuando firman decretos y toman medidas  del tipo que sean, siempre tratan de hacernos creer que eran necesarias y que nos sitúan por fin en el promedio europeo, añadiendo la consabida muletilla: "...Entorno del que formamos parte ", 
Pues parece  que no es así en cantidad de cuestiones  y aspectos de puro ejercicio democrático,  que al final es lo que define a una democracia  avanzada y con buena salud.
En Italia y Portugal, por ejemplo, son aforados, los  Presidentes  de las  Repúblicas respectivas.
En Francia, el Presidente de la República  y miembros del Consejo de Ministros.
En Alemania y Reino Unido no existe esa figura.
Como siempre, somos distintos. "Spain is different" como nos dijo Manuel Fraga ( uno de los padres de la Constitución del 78), siendo ministro de Información y Turismo en los gobiernos del dictador allá en los años sesenta.
Nuestras coordenadas siguen siendo otras a pesar del ya largo recorrido de nuestra democracia. En este caso, como en otros, no les conviene la comparación ni el acercamiento  a Europa. Más bien lo ocultan los datos para que nos creamos que esto de los aforados es un saludable y democrático hábito europeo.
Aquí la justicia, además,  está altamente politizada. Su vinculación al poder político  se ha convertido en problema más que en solución. Hay cantidad de ejemplos en la coyuntura actual que reforzarían  la tesis de que estar aforado es, a priori, una defensa preestablecida y un privilegio. 
Tener la voluntad de acabar con la corrupción,  implica ante todo tomar una serie de medidas institucionales y legislativas que nos pongan en esa dirección. Pequeñas medidas  que lograrían de inmediato grandes resultados. La de acabar con los aforamientos sería una de ellas aunque hubiese que modificar la Constitución. Ya tenemos experiencia de cómo modificarla en cuatro días veraniegos.
Al menos deberían explicarnos las razones para que nuestro país, a diferencia del resto de la UE, deba tener  tan escandaloso número de aforados. No hay razones. Salvo una: tener una democracia enferma.  
La Inmunidad parlamentaria o política, no debe ser, en ningún caso, sinónimo de posible impunidad o privilegio.


lunes, 13 de abril de 2015

La República Como Modelo Político De La Memoria

 "Aquellas horas,Dios mío, tejidas todas ellas con el más puro lino de la esperanza, cuando
unos pocos viejos republicanos  izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia
(....) con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera
traía a nuestra República de la mano".

(Antonio Machado.- 14 de Abril de 1931 en Segovia)


Ni el tiempo transcurrido, ni el alevoso olvido que sobre la IIª República se llevó a cabo desde el final de la dictadura, han podido  con el recuerdo y la memoria de aquel martes catorce de Abril de 1931 convertido, para muchos, en referente de anheladas ilusiones  y de un esfuerzo colectivo para modernizar España.
Ilusiones y trabajo colectivo que se vieron  brutalmente cercenados cinco años después por un violento golpe militar contra el poder legalmente constituído, y que dio lugar a una guerra civil, a  una durísima represión  que aniquiló personas e ideales, y a una dictadura de casi cuarenta años.

De nada sirvió la llegada de la democracia para restituir, al menos, la verdad de lo ocurrido. En ese momento nacimos de la nada. Un denso silencio, una manipulación sostenida y un ocultamiento absoluto, auspiciados desde "el poder del llamado consenso" a lo largo de estas últimas décadas, logró que esta democracia vigente haya quedado suspendida en el aire sin conexión alguna con ningún pasado asumido desde el cual avanzar. Y que en amplias capas sociales  la palabra República quedase asociada a guerra, violencia, desorden e inestabilidad. Aún persiste, aunque parezca mentira, esa asociación. Casi cuarenta años de democracia no han acabado- porque no han querido acabar-  con las ideas y mensajes esgrimidos por los casi cuarenta años de dictadura. La palabra República continua siendo, para muchos, tabú, aunque prácticamente  la totalidad de la población actual no había nacido o era muy pequeña en 1931. ¿Cómo es posible?.
Inoculación de miedos ( *) y falsedades oficiales construidas como sólidas verdades que hasta aquí nos han traído.
Se ha logrado poner en el mismo plano los conceptos de Monarquía y República, vacíos de contenidos. La elección entre una y otra- se nos dice-, es un tema baladí. Incluso se compara cual de las dos nos resultaría menos costosa económicamente. ¡Todo un argumento para su elección en una democracia que se tenga como tal!. Claro está que nuestra Monarquía, dechado de virtudes, es de las más baratas del mundo mundial. Eso nos dicen. Otra falsedad construida como sólida verdad que conduce, en este caso, a mantenernos como estamos "mientras funcione". Cuando se apostilla ese " mientras funcione", ¿qué se está queriendo decir?. De nuevo la ambigüedad y una aparente y falsa desideologización.
En esta España del euro (una de las escasísimas cosas que nos unen de verdad a esa Europa tan distante  en muchísimas  otras), se puede hoy decir sin que se mueva un músculo de la cara  que se es monárquico de mente y republicano de corazón. Insólita ambigüedad, por llamarla de alguna manera, y que es el resultado de toda una larga época mentirosa, confusa y turbia. Porque solo desde la opacidad se han podido ir tejiendo los mimbres simulados  que nos hiciesen creer  una historia reciente adulterada  y amañada.
La República supuso una bocanada de aire puro. Un deseo de renovación basado en vigas maestras del pensamiento republicano como la cultura, las libertades, la inteligencia y la justicia social. Supuso una ocasión para abandonar la larga noche de los tiempos  posibilitando el surgimiento de una ciudadanía.
Aquel intento de lograr una España equitativa, europeista, progresista y laica, fue hecho añicos y despedazado  brutalmente por las fuerzas atávicas de esos poderes, siempre al acecho, con objeto de  no perder nunca su primacía  y sus esencias. Nunca.
Aún así, no se rompieron los sueños ni los ideales. Ochenta y cuatro años después, muchos de aquellos sueños e ideales cercenados violentamente, permanecen izados en el horizonte presente. 
Nos decía Manuel Vicent en una de sus columnas:
" El recuerdo de la IIª República  estará siempre asociado a las flores de acacia de mitad de Abril, a la Niña Bonita del azar, a una primavera inevitable, que se remueve cada año como un lugar iniciático a donde uno debe volver para regenerarse políticamente".

* Otras entradas sobre el tema:
   - " Mañana, 14 de Abril. Un aniversario tricolor". Publicado el 14 de Abril. 2014.
      Etiqueta de búsqueda: "14 de Abril".
   - " Hoy 14 de Abril". Publicado el 14 de Abril. 2013.
      Etiqueta de búsqueda: "República".

(*) Miedos hasta el presente, hasta nuestros días, hasta hoy. 
El diario Infolibre de hoy lunes publica un art. titulado: "González pide apoyo al PSOE para Sánchez  y carga contra Podemos". En él se lee:
...(González) pidió " cuidado" con los que piden el fin del régimen de 1978, como ha hecho el líder del partido morado. " No es la primera vez que vivimos esa aventura en España". Esos que a veces caminan a la psicopolítica de la decepción, del ataque al régimen, eso fue lo que hundió  rápidamente a la IIª República. " Y lo que llegó fue el chiquitito (Francisco Franco) y 40 años de dictadura".
....
Miedos. Miedos permanentes contagiados desde aquel ayer hasta hoy mismo. Con esta cita última se entiende todo, incluido el persistente desprecio y rechazo a la República como modelo de Estado. También la falsa verdad construida. Las declaraciones de González- destacado miembro aún de un partido que mantiene  incomprensiblemente sus siglas históricas-, son realmente insultantes con la historia y con todos aquellos que fueron víctimas de un violento golpe de estado.
" El chiquitito", como él lo nombra, llegó a ser Jefe de Estado de una dictadura tras provocar una guerra civil como consecuencia  de liderar un levantamiento militar contra la legalidad constituida. 
Ambiguas  declaraciones dirigidas, como siempre, a meter miedo a una población a la que se le niega el derecho de mayoría de edad. En este caso sacando a relucir de nuevo a Franco y a la dictadura. ¿ No afirman otras veces que ya es algo lejano y olvidado?


martes, 7 de abril de 2015

Pluralidad de gustos y sentidos en la Semana Santa



Escribir sobre la Semana Santa no es nada original. Decir algo nuevo, imposible. Conformar una opinión personal, complicado. ¿Por qué? Porque hay tantas vivencias como personas.

Se encuentran en este ámbito tantos apasionados como detractores; para unos, actos llenos de emotividad; para otros, actos vacíos.

Los apasionados involucran toda su persona en este evento. Se sienten formando parte de un grupo masivo, exultante y feliz, disfrutando de una fiesta muy completa y bien organizada, que une a una fuerte carga emocional una dimensión estética indiscutible. Es una fiesta de los sentidos: las imágenes, la música, los olores, los besos y abrazos de los familiares y amigos, y, para colmo las cervecitas o el vinito. Pero, además, algunos conectan con el sentido trascendente que justifica la presencia de la Semana Santa desde el siglo XV. ¿Se puede pedir más?

Los detractores, un grupo más exiguo, constituyen un conjunto más variado. Algunos simplemente prefieren pasar los días de vacaciones en su casa o viajando, sencillamente no les gustan estos actos masificados. Otros, más críticos, rechazan la Semana Santa. No les gusta, no la soportan. Es una fiesta triste, unida al dolor, al sacrificio, al sentimiento de culpabilidad inherente a la religión. La ven como una tradición antigua, vinculada con una religión opio del pueblo y una Iglesia oficial que se da la mano con el poder económico y político.

Lo que hace que la Semana Santa tenga éxito  son las emociones, exaltadas en la primavera por el arte, la fiesta y la religiosidad. Emociones que pegan un pellizco en el alma y que se transmiten a través de las familias por tradición. A veces, puede más un pequeño detalle afectivo que mil discursos racionales. Y lo que hay en estas fiestas es multitud de  figuras y gestos sentimentales. Es un teatro por las calles de la ciudad en el que todos los asistentes participan de alguna manera, como actores o como espectadores.

Los detractores, por su parte, juzgan agobiante la expansión ilimitada de la Semana Santa a todo el año. No en los actos privados de las hermandades que es razonable, sino que cada vez más fines de semana hay alguna procesión en la calle invadiendo lo público, modificando el tráfico, sin autorización para manifestarse. Es la expansión de un totalitarismo cultural, consentido y auspiciado por las autoridades públicas de cualquier signo, que agobia y aturde a las minorías.

Y en todo este maremágnum, ¿dónde queda la religiosidad? 

Para algunos creyentes puros el acto culminante de la liturgia es la eucaristía y cuando las procesiones se convierten en el único acto litúrgico anual para otros creyentes consideran que lo reducen a mero espectáculo o folklore.  Sin embargo, hay otros sectores de la Iglesia y algunos estudiosos que hablan de religiosidad popular, que sería un modo de expresión de la fe del pueblo con rasgos distintos a la religiosidad oficial, más cultivada y profunda. Otros creyentes, por su parte, consideran que la verdadera religiosidad es el encuentro con Dios y que para eso no son necesarios las imágenes y los intermediarios.

Entre los detractores, los que se definen como agnósticos o ateos se quedan en silencio y se sorprenden de que imágenes de madera, a modo de muñecas infantiles,  tengan tanto impacto en la población.


                            José Mª Tello, 7 de Abril de 2015

viernes, 3 de abril de 2015

Preguntas para compartir

Sumergidos como estamos, en un año decididamente electoral ( municipales, autonómicas, generales y porque no hay más), ando no en  interrogantes existenciales, pero sí un poco- o un bastante- perdido sobre dos conceptos que siendo en mi opinión inseparables, a veces me da la sensación de que distan mucho entre si. 
Estos dos conceptos son  Democracia y Ciudadanía.
Para mi, son como dos vasos comunicantes que se alimentan mutuamente, de tal manera que una democracia sólida y con buena salud, produce y sustenta ciudadanos en el más noble sentido de la palabra, al igual que una ciudadanía con idéntica buena salud, acrecienta la vida democrática y eleva, lógicamente, su nivel siempre mejorable. 
Pero también esos vasos comunicantes pueden devorarse o aniquilarse mutuamente. Basta con que uno de los dos carezca de solidez o goce de salud quebradiza.
Digo todo esto, porque desde el respeto que todo voto implica, se me hace muy difícil entender  que en una situación extrema como la que vive Andalucía - si nos atenemos, exceptuando los escándalos, a los datos y estadísticas nacionales y europeos,- el pueblo llamado soberano, otorgue su voto mayoritario y con contundencia ( ochenta escaños de ciento nueve) a los dos partidos que supuestamente  han sido y son responsables a nivel nacional y autonómico de la situación de precariedad en la que nos encontramos de una u otra manera.
Este hecho me resulta escandaloso e increíble. Es como si a quien nos vendió el coche, timándonos en su precio  y engañándonos en sus materiales y prestaciones, le volviéramos a comprar otro coche una vez tirado al desguace el anterior. Es difícil imaginarse en la vida real una conducta semejante. Podemos extrapolar este ejemplo a cantidad de situaciones cotidianas  en las que actuaríamos, sin duda,  con más respeto hacia nosotros mismos.
En mi opinión algo falla, o no está funcionando debidamente, para que los vasos comunicantes de Democracia y Ciudadanía actúen,  en realidad, desconectados.
Se puede pensar que la responsabilidad es exclusiva de los ciudadanos, cosa que niego. Porque pensar así, equivaldría a estar de acuerdo en  que el sistema y el propio funcionamiento democrático  no han sido capaces de generar en décadas  una ciudadanía que- votando ideologías de izquierdas o derechas-, se niegue categóricamente  a entregar su voto a partidos alejados de la ética y de los intereses  de la sociedad a la que dicen servir desde los comienzos democráticos.
Algo rechina, si. 
¿No hay democracia auténtica porque no hay ciudadanos, o no hay ciudadanos porque no hay democracia auténtica?.
En mis dudas e interrogantes quiero pensar-  sin reducirlo  a la forma simplista de cara o cruz- que no hay ciudadanos porque falla el sistema. Un sistema que debería ser  garante y responsable de formar  a unos ciudadanos con todos los medios a su alcance como es el caso.
Porque un sistema que busca perpetuarse en el poder, no tiene entre sus objetivos, precisamente,  un modelo de  ciudadanía crítica, formada y cultivada.  
Sin formación, sin educación y sin asumir el concepto de ciudadanía basado en principios éticos  y morales al servicio  exclusivo de la sociedad, es muy difícil el voto libre. Un voto libre de verdad. No sólo de forma sino también de fondo.
No hay duda en que esto es un camino largo y además sin meta de llegada. Pero pienso con franqueza, no exenta de dudas, que en treinta y siete años de Constitución democrática no hemos avanzado lo deseable. 
Más bien hemos asistido, y de momento seguimos asistiendo, a observar una serie de fisuras que impiden el buen funcionamiento de los vasos comunicantes.
Claro que igual el objetivo era establecer una democracia  formal sin vaso comunicante con la ciudadanía. 
No sé. Todo es posible.  Es una sensación en estos tiempos electorales en los que el voto se convierte en  santo y seña de la democracia. De hecho, a la jornada electoral la llaman  fiesta de la democracia.
Mi duda es si también es un voto ciudadano y, por tanto, libre. Un voto - de izquierda o derecha- , pero mayoritariamente ciudadano. Un voto en el que  impere el pensamiento libre, la crítica, la memoria y el deseo de una sociedad más honesta y más justa. Un voto con tolerancia cero a todo aquello que menoscabe o quiebre los más elementales principios democráticos.
Para reparar los vasos comunicantes bastaría con unas primeras curas de urgencia. La cuestión es saber si los quieren reparar o prefieren continuar en al misma línea. En este caso, nuestra democracia seguiría estando  en posición Stand- By.
No se acaban ahí mis dudas. ¿ Acaso la región autonómica también determina o condiciona de alguna manera  la mayor o menor fluidez de los vasos comunicantes?
No sé. Me invaden los interrogantes.
Preguntas y dudas que ahora comparto.
Sí que afirmo, sin duda alguna, que sin ciudadanos no hay democracia. Y que éstos no caen del cielo. Son miembros de una sociedad determinada. Una sociedad que tampoco cae del cielo sin más. Los modelos se implantan por quienes disponen de los medios para ello. Aunque al final nos llegue a parecer que es un proceso natural  surgido desde la base piramidal.