viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Se han repartido el mundo?

Se han repartido el mundo...

jueves, 1 de septiembre de 2011

Apoteosis final

"Queremos que la gente opine porque queremos contar con la ciudadanía. Los españoles tienen ganas y derecho a ser de verdad los titulares últimos de la Constitución porque es en el pueblo donde reside la fortaleza de la unión política y de la democracia".


Las anteriores palabras, no corresponden a nadie que al día de hoy esté defendiendo la necesidad de un referendum ni aquello de que la soberanía reside en el pueblo. Aunque parezca increible, fueron pronunciadas por José Luís Rodriguez Zapatero en febrero de 2005 siendo ya Presidente de Gobierno y hoy metido en una reforma contitucional de calado a velocidad del AVE.


Los devaneos, verdades a medias, contradicciones, mentiras, malabarismos,.... que venimos viviendo desde el comienzo de una crisis que "no iba con nosotros", ha terminado explotando ante nuestras caras en un mes agosto traicionero.


"Estos son mis principios, si no les gusta, tengo otros". Esta frase genial de Groucho Marx toma cuerpo a través del comportamiento político de muchos de nuestros representantes. Y es, de esta manera , como asistimos atónitos a este fín de fiesta. A esta apoteosis final de la legislatura con traca final incluida.


Ahora resulta que en contra de lo que nos habían hecho creer ( en relación a otros posibles cambios constitucionales como por ejemplo una reforma de la ley electoral vigente), nuestra Constitución se puede modificar sin mayor problema. Pero además se hace sin consulta al pueblo, en el plazo de un mes, a finales de verano, a punto de cerrar la legislatura,... Un auténtico triple salto mortal sin red y con redoble de tambores
Ahora resulta que en contra de lo que nos habían hecho creer sobre que el consenso era harto complicado (algunas leyes han tardado años, otras han estado bloqueadas y otra pasaron al cajón de los sueños), no era en realidad difícil ni muchísimo menos. Cuestión, tan sólo, de decisión y voluntad política.

Ahora resulta que en contra de lo que nos habían hecho creer, la soberanía no reside en el pueblo, sino en agentes externos que están poniendo bajo sus pies al poder político y, de paso, a la misma democracia. A los hechos me remito. Nos cambian la Constitución y nosotros con estos pelos. Hasta ahora, nos habían enseñado que una reforma constitucional realizada bajo presión exterior, tenía un nombre. ¿O no?.

Ahora resulta que Rubalcaba "lo hubiese hecho de otra manera" (aunque no dice cómo), pero apoya a piñón la reforma y es su mano la que dirige todo este tinglado asomando por la chaqueta de Zapatero. Y nos dice, además, que tiene soluciones para todo incluso para todo aquello que pudo solucionar y no lo hizo cuando pudo. Como si hasta este momento hubiese sido un invitado de piedra en la vida política. Igual hasta se nos olvida que fue vicepresidente de este gobierno hasta hace nada entre otros altos cargos de responsabilidad desde la época de González.
Se nos dice que en situaciones excepcionales, medidas excepcionales. Y no hay mas que hablar. Esa es toda la argumentación. Al pueblo se le ignora y a nuestros representantes se les exige lo que ha venido a llamarse "disciplina de voto" sin el menor escrúpulo.¡Vaya puerta que se ha abierto para el futuro!

Rajoy le ha pedido la mano a Zapatero en esta apoteosis final. Y Zapatero en un acto incomprensible de suicidio político ( de él y sobre todo de su partido) se presta a una debacle sin precedentes trabajada a pulso. Este presidente que en su programa electoral presentó tres o cuatro reformas de la Constitución, resulta que al final se marcha sin hacer ninguna de las prometidas, y se saca de la manga una reforma inesperada en el último segundo del último minuto." Dame la manita Pepe Luí", nos cantaban Tip y Coll allá por los años setenta y tantos en aquella canción que tan popular se hizo. No se podían imaginar ellos lo que podía dar de sí tantos años después.



Esta legislatura termina exultante aunque el daño esté hecho y sus consecuencias estén por venir.


El grupo de teatro "La Cubana", terminaba con esta canción su obra: "Cómeme el coco, negro". Era la apoteosis. La apoteosis final.
Como esta apoteosis a la que asistimos. Habrá que decir como aquel dicho: reir por no llorar.
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La reforma ha sido aprobada en la mañana del 2 de septiembre.
La canción de La Cubana nos dice:
"riete, aplaude, critica, goza, disfruta, grita si quieres, gruñe, protesta,.... pero ven a vernos"
Lo malo es que aunque ellos han sido la farsa, nosotros no hemos sido el jurado y por tanto, no nos ha gustado.