viernes, 23 de enero de 2015

¿ Por cuánto tiempo puede esto continuar ?

" Las cosas que tiene España no las tiene el mundo entero
 porque aquí cuando te engañan te van diciendo ¡Te quiero!
( Canción: Cosas de la España mía.-  Guerrero y Castellanos)


Nada menos que el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglizt ( Indiana, 1943.- Profesor de la Universidad de Columbia), hablaba hace unos días sobre la sinrazón europea y sobre sus democracias todavía fuertes. Afirmaba que el euro despojó a los ciudadanos - sobre todo a los países en peor situación- de cualquier decisión que ellos pudiesen tener sobre su destino económico.
Nos alertaba sobre el auge, una vez más, de los extremismos, separatismos y nacionalismos, todos ellos contrarios a los valores de La Ilustración y que son los que lograron una Europa pujante y avanzada. Hacía hincapié en el fracaso de las políticas de austeridad impuestas por los poderes financieros y económicos, ajenos a las soberanías de los países miembros de la UE. Políticas no cuestionadas, como si de un poder superior y extraterrestre se tratara. Un poder autoinvestido de la verdad suprema y dogmática.
Terminaba con una reflexión:"Esta locura económica no puede continuar por siempre. La democracia no lo permitiría".
No es la de Stiglizt una voz antisistema precisamente ni se le puede catalogar como populista como suelen hacer el establishment con cualquier voz que se alce contra el sistema establecido. Es simplemente una voz crítica contra el dogma que nos domina tratando de acallar cualquier  otra vía.
Los poderes financieros y económicos nos  quieren hacer creer que frente a la verdad absoluta ( la suya), está el caos, la nada y el abismo.
El abismo ya lo tenemos en Grecia, un país devastado como si viviese un período de posguerra. Después del martirio sufrido en los últimos años de rescate y austeridad, su situación es aún peor que al principio. Y sin embargo, desde esos poderes se sigue apostando por los mismos partidos que han ayudado a tal descalabro. ¿ Cómo es posible?. Amenazas y presiones de todo tipo y desde todas las instancias - también hoy desde nuestro gobierno- tratan, hasta última hora, de influir con el miedo en las elecciones de pasado mañana. Siempre el miedo.
Ya avisan, previendo el triunfo de Syriza, de que la deuda  habrá que pagarla gane quien gane sin esperar el resultado electoral- provocación pura y dura-, e iniciar posteriormente un diálogo. Dialogo, sí.  Y hasta entonces, debería imponerse el silencio y el respeto a la soberanía del pueblo griego y su decisión libre del domingo. La fuerza actual de Syriza no ha salido de la nada. Es fruto natural del sufrimiento griego y de la medicación impuesta por los poderes dogmáticos e inflexibles.
¿Por cuánto tiempo puede esto continuar?. El problema no es Grecia. El problema número uno es una Europa mercantilista a secas y su deriva presente. Una deriva ajena, en buena parte, al sometimiento de los poderes democráticos. 
Por nuestro solar patrio, andamos en lo mismo que siempre a nivel de la  llamada oficialidad. Entre flores, fandanguillos y alegrias, un día sí y el otro también.
Ahí está el libretodopoderoso Bárcenas , afirmando en sus múltiples ruedas de prensa del día que "Rajoy conocía que existía la caja B desde el principio y que se incorporó a los sobresueldos cuando fue secretario del Área de Acción electoral". La prensa, ávida, quiere saber. Escúchame marinero y dime qué sabes de él, parecen decirle. Y el PP, como en Fuente Obejuna  sólo nos dice, refiriéndose a Bárcenas, que es un potro desbocao  que no sabe dónde va. Eso  es todo. Y a seguir cantando.
Susana Díaz y Pedro Sánchez, están a lo suyo con los nervios destemplaos y la falda almidoná. Directora y director    de orquesta- cada uno con su libreto-  del primer partido de la oposición, llevan días cantándonos también mientras se escuchan los silbidos en el patio de butacas. La Presidenta Andaluza  nos canta, súbitamente...están clavadas dos cruces en el monte del olvido por dos amores que han muerto que son el tuyo y el mío, refiriéndose a quien ella misma apoyó hace bien poco en una enrevesada jugada de ajedrez que se nos escapa. Por su parte, el Secretario General con posibilidad de pasar a la historia como Pedro Sánchez el  efímero, parece contestarle desde el tablao ... ¿qué es lo que pasa entre nosotros dos?. Siento que nuestro amor se enfrió. No faltan los apuntadores de escena, esos llamados barones  a los que España no se les va nunca del corazón. Esa España a la que tanto quieren y tanto deben.
Ya digo, folklore para el pueblo. Tragicomedias, eso sí,  en el sacrosanto nombre de España que dirían y en este caso también de Andalucía. 
Puestos a cantar, yo ahora cantaría que se quede el infinito sin estrellas  o que pierda el ancho mar su inmensidad, si afirmase a continuación que vivimos en una democracia plena y asentada.
Lo he dudado, una vez más,  al ver hoy en  TV cómo la policía desalojaba ( un desahucio más) a la fuerza a una familia con dos hijos, uno de ellos  de mes y medio, y que vivían en régimen de alquiler social, aunque el piso estaba ya en manos de los llamados fondos buitres ( nuevo vocablo nauseabundo que nos ha traído la crisis). Siete furgones de  antidisturbios para la ocasión. Han entrado con mazas y arietes en la vivienda. Esa noticia es de aquí, de esta España nuestra, y que ley en mano actúa así ante un impago-  al estar en paro el cabeza de familia-, de 700 euros mensuales  ( casi el salario mínimo oficial) hasta un débito total de 18000.
Sin embargo, los  débitos y múltiples escándalos de cantidades millonarias que nos asolan vemos que se solucionan de manera más pausada y educada. Van, como vemos a diario,  por otras ventanillas  y caminos distintos para nada expeditivos. A la Banca también se le rescató con delicadeza, insuflándole   dinero público ( el de todos), en sus " momentos delicados" para ayudarles a salir del pozo. ¿Cómo digerir tan diferentes raseros?.
Mientras ocurre todo esto y mucho más, podemos seguir cantando lo que queramos. Coplas, pasodobles, boleros, cuplés o lo que sea.
A fin de cuentas, el dolor, la infamia, la cicatería, la indignidad y perversión política.... se llevan mejor cantando para poder sobrevivir a todo ello. Además, hoy, ha salido al escenario todo un personaje de postín y nunca olvidado. Nada más y nada menos que Aznar, el hombre estrella. ¿Qué nos cantará a partir de ahora  en que ha salido a escena?.
De puertas adentro, y viendo como está el patio, cabe hacerse también la misma pregunta que sobre Europa:
¿Por cuánto tiempo puede esto continuar ?

  



viernes, 16 de enero de 2015

.... Y se quedarán los pájaros cantando

Hace unas semanas, recibí una de esas noticias que uno no desearía escuchar nunca. Una noticia triste y a la vez  rebosante de sentimientos arraigados en nuestro palo mayor. Esos que surcan los interiores en múltiples corrientes subterráneas y que en aquel momento afloraron fértiles e imperecederos como si el tiempo no hubiese cribado, de alguna manera, los recuerdos lejanos. Aparentemente lejanos. Superficialmente distantes.
Sorprende siempre que  ante el espejo que nos devuelve nuestra imagen no visible, descubramos, de pronto, tallos vigorosos que nunca fueron socavados, a pesar de  los muchos inviernos transcurridos, ni por  las distancias a veces más lejanas que el propio trayecto vivido, ni por esos vientos  que nunca cesan en su  lenta erosión, ...
Hay huellas que están ahí. Permanentes. Imborrables. Aunque no las veamos salvo en instantes únicos y volátiles. Nos alimentan. Forman parte de nuestro presente. Lo moldean y lo conducen. A fin de cuentas, somos eso. Memoria en busca de nuevos senderos  por recorrer aún y que cada día se irán convirtiendo en nuevas estelas. En marcas inolvidables y siempre vivas.  Como la  de Juan.

A ti, Juan , hombre viejo y alpujarreño de Trevélez :

En ocasiones, ante el torrente de engañosas aspiraciones  cotidianas, olvidamos lo sustancial. Vivir. Ser, más que parecer. Latir como tú lo hiciste. Juan, amigo, hoy me siento desarropado porque tu muerte  me ha lanzado fuera de ese contorno en que eran posibles el cobijo y el apego. La vida ya no será lo mismo. No podrá serlo.
Irradiabas  una bondad y una felicidad, difíciles de entender nada más conocerte. Te compartí en aquellos largos paseos hacia el río o acogido en la calidez de tu casa, al hilo, siempre, de tu charla ingeniosa y fecunda, de tu sabio discurso y de tu coherencia. Aquella casa del barrio alto- pobre y empinada-, con su blancura trepando por la sierra  y abierta de par en par a cualquiera. Para echar el rato, como solías decir , entre lentos sorbos de un café recién preparado al calor de las brasas siempre prestas.
Juan,... Hombre viejo y alpujarreño de Trevélez. Longevo como los muros de tu casa y con tu piel ya entonces marchita de un otoño avanzado. Aprendiz constante de la vida e invariablemente abierto y grande como el agua y el viento de los valles que viviste y te vivieron. Gozoso de tu historia no siempre dichosa y ajeno a tanta humildad como emanabas.
Ahora que tu vida se ha hecho hoja seca y amarilla, posada ya  en el camino, es cuando te siento más vivo que nunca porque has depositado en mi el embrujo y la belleza de quien, como tú, se talló a sí mismo, adherido a esa naturaleza que tanta felicidad te devolvió.
Te buscaré siempre y echaremos un rato de los nuestros. Como dice el poema de Juan Ramón Jiménez,... "aunque te hayas ido y estés solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... 
Sé que allí estarás esperándome entre el aire y las nieves de tus valles. Entre los guijarros y el agua cristalina  de tu río.
... Y se quedarán, para siempre, los pájaros cantando".
Mi sonrisa te abraza ahora. Compañero.

*  ( Juan, no es un personaje ficticio. El  azar- o lo que fuese-,  hizo que nos cruzásemos en nuestros caminos durante un verano alpujarreño. Un verano ya lejano aunque sólo  en el tiempo).



martes, 13 de enero de 2015

La cultura nuestra de cada día

Poner puertas al campo sea, tal vez, un cometido más sencillo que tratar  de encuadrar con nitidez las lindes de un territorio tan etéreo y discutible como es el de la cultura.
Partiendo de esta reflexión inicial me atrevo a afirmar que la cultura- en su sentido más generalista -, es una singular herramienta  para el crecimiento personal y de evolución social, nutriéndose ambos de forma recíproca. 
Dado que la cultura periodística no escapa tampoco a los vientos que están alumbrando los albores de una nueva y desconocida sociedad, se hacen  indispensables una serie de principios y condiciones para que se pueda producir ese doble crecimiento, al que antes me refería, desde el aporte de dicha cultura.
Da la sensación, a veces, que esta cultura se ha ido haciendo más invisible  cada día en nuestro contexto social.  A ello ha ayudado, sin lugar a dudas, el triunfo de aquello que estúpidamente se sigue llamando " lo políticamente correcto". Una forma sibilina de autocensura impuesta- auténtica marca blanca-, que ha ido mermando, en cantidad y calidad, el pensamiento libre como fuente de rebeldía, de diversidad y de creación literaria  a favor del pensamiento único en circulación y que ha ido  gestándose  desde décadas pasadas.
Han contribuido también a esta creciente invisibilidad y distanciamiento social de la cultura periodística como herramienta de desarrollo, unos grupos de presión  escorados hacia una falsa oferta de simple fachada con aspecto divergente. Hoy día, casi la totalidad de la prensa escrita se mueve dentro de rigurosos cánones establecidos ( circuitos acotados e inaccesibles, férreos silencios, tratamiento sesgado  y manipulado de la información,....), y de  una  claudicación sin ambages  a leyes de mercado e ideologías financieras dominantes, incompatibles con una oferta cultural abierta  e independiente.
Algunos alegarán que ha sido así desde siempre. Puede que sí. Sin embargo, hay un aspecto importante que no ha sido así desde siempre. Nunca, como ahora, hemos estado más huérfanos de una prensa y cultura periodística que sea el espejo de una parte importante de la sociedad  y cuya ideología- con todos los matices que se quiera- no se alimenta, desde luego, de las raíces neoconservadoras imperantes. 
Sacar la cultura periodística del exclusivo entorno neoconservador y abrirla a espacios realmente divergentes; otorgarle la importancia social que en sí misma tiene; permitirle su necesaria incorrección política; despojarla del pensamiento único,.... sean, posiblemente, elementos que contribuyan  a hacer posible la cultura nuestra de cada día.
La cultura como herramienta, claro. 

viernes, 9 de enero de 2015

Síndrome de miradas sin visión

Cuando se carece de tiempo, uno opta por usar esa bayeta ennegrecida y guardada para la ocasión con objeto  de obtener un brillo instantáneo y fingido en los zapatos. 
Así es cuando se carece de tiempo, cuando no se tienen ganas o no se siente nunca la necesidad de limpiarlos en condiciones o, aún más simple, cuando limpiar los zapatos- al igual que otras facetas, hechos o  actividades cotidianas importantes, sean materiales o no - , se convierte sin más en un envoltorio carente de sustancia alguna.
Para casi nada nos funciona con buenos resultados esta actitud en la vida, ya que más temprano que tarde puede desembocar  en la enfermedad que bien podría llamarse síndrome de mirada sin visión. Mirar sin ver es como beber o hacer que se bebe con el vaso vacío. Es como asistir a algo sin estar. No sé si me entienden. Y esto, cuando se trata  de cuestiones relacionadas con el intelecto y aledaños, termina resultando demoledor para uno mismo.
Leer un artículo, por ejemplo, puede ser una de esas cosas cotidianas  de mirada sin visión. Y escribirlo puede convertirse igualmente en uno de esos limpiados rápidos con bayeta  con la única finalidad de mostrar un sugerente envase.
Un artículo jamás debe ofrecernos un vacío. Un buen artículo debe fascinarnos, descubrirnos algo nuevo, desconcertarnos, emocionarnos, removernos y abrirnos en canal, provocarnos preguntas o dudas sobre nuestras tesis y ayudarnos a despejarlas. Debe ser la llave que nos abra la puerta del habitáculo de quien lo firma hasta hacernos dudar, con el tiempo, sobre si quienes al final nos seducen son los artículos o sus autores.
Debe suscitarnos, de nuevo, aquella curiosidad placentera de la infancia que nos hacía indagar, husmear y preguntar constantemente a la búsqueda de respuestas sobre todo lo que nos rodeaba. Sobre aquello que mirábamos y, sin embargo, no acertábamos a ver. Sólo así, su lectura, nos enganchará y nos resultará, además, entretenida y atractiva.
No sé si la pasión por los libros conduce  a la lectura de artículos o sucede justo al revés. Tal vez, unos y otros, sean necesarios vasos comunicantes que se alimentan recíprocamente.
En todo caso un buen artículo debe ser el antídoto que nos saque de ese síndrome y que, incluso disfrazados a veces de viñetas como la del El Roto, su mirada y su lectura nos conduzcan necesariamente a su visión.
A esta sociedad de comienzos de siglo que camina alocada  hacia ninguna parte, le sobra miradas y le falta visión. Le sobra el torrente diario de información que no da tiempo a digerir y le falta formación para poder ver.
Las miradas, al igual que esas bayetas ennegrecidas, tratan de obtener, simplemente, un brillo instantáneo y fingido. Envoltorio al fin y al cabo.
La información de fachada, en cascada y  manipulada en la mayoría de las ocasiones  produce como mucho, ciudadanos mirones.
" Mírame, pero no me veas", parece ser la invitación que nos hacen a menudo desde los poderes reales y sus adláteres.


sábado, 3 de enero de 2015

Mirar el Año....

" Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente
nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la misma vida defendiéndose ".
( de la novela Rayuela -1963-. Julio Cortázar )



Mirar el año recién estrenado como se mira - abstraído- el  café recién hecho al amanecer. Cautivado por su olor. Seducido por su sabor. Ilusionado ante un nuevo día abierto de par en par y en blanco. Prendido  a  las múltiples posibilidades que nos irán ofreciendo las horas y los minutos, aún por llegar.
Así. Sin descuidar la vista sobre la taza humeante. Sin perder el anhelo  sobre el día iniciado. Ya presente. 


ANTECOMIENZO


No detenerse.
Y cuando ya parezca
que has naufragado para siempre en los viejos meandros
de la luz, beber aún en la desposesión  oscura,
en donde sólo nace el sol radiante de la noche.

Pues también está escrito que el que sube
hacia el sol no puede detenerse
y va de comienzo en comienzo
por comienzos que no tienen fin.

                                                                                                José Ángel Valente


* José Ángel Valente: (Orense, 1929- Ginebra, 2000).- Poeta, ensayista, crítico y traductor. Se le considera miembro de la Generación del 50.  Premio Príncipe de Asturias de las Letras ( 1988) y Premio Nacional de Poesía (1993).
* Julio Cortázar: ( Ixelles, 1914- París, 1984).- Escritor, traductor e intelectual de nacionalidad argentina y francesa. nacido en bélgica. Se le considera unos de los autores más innovadores de su tiempo. Maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve.