miércoles, 12 de enero de 2011

Lecturas muy especiales

El placer de la lectura supone siempre, al menos, algo especial. Especial por el encuentro con el autor o autora del libro,... por el diálogo íntimo que se establece,... por el momento y el lugar de su lectura,... por el deseo de retomarlo otro día,... por los pequeños descubrimientos que vive uno a lo largo de su lectura, ... por las conexiones que se establecen a nivel de ideas o a nivel de la propia vida personal,...porque siempre estará ahí en esa estantería dispuesto a hablar con uno a lo largo de los años,... esas relecturas siempre nuevas....

La razón del título que he dado a esta entrada es porque aunque leer, supone siempre algo especial, a veces, supone algo muy muy especial.

Ha sido el caso al leer el libro de José Antonio Labordeta, " Regular, gracias a Dios" de Ediciones B. Su último libro. Ya fue un gozo leer "Memorias de un beduino", en el que abordaba su época como diputado en el Congreso ofreciédonos semblanzas de diversos políticos (Aznar, Zapatero, Rubalcaba,...) o su versión sobre el "no a la guerra", la Comisión del 11M,....

En su último libro hace un entrañable - pero nada edulcorado ni pegajoso- recorrido desde su infancia, la guerra civil, su època de cantautor durante la dictadura, su etapa de la mochila, .... enlazados con capítulos en los que reflexiona sobre su enfermedad, su deterioro progresivo.... y su epílogo final. Es un auténtico deleite entablar a través de sus líneas- sus palabras- un diálogo sobre todo ello. Sobre cómo afrontó la vida en pequeñas anécdotas y en grandes momentos. Y sobre todo su rebeldía aceptada del final. Gusta tener delante a alguien con la intensidad, la sencillez, la ternura, la valentía, la honradez,.....de Labordeta. Y mirarlo de frente. Y dejarse empapar un poco, o desearlo al menos.
Con esa visión certera y rápida nos decía en la pag. 189:

" Perdió Aznar y llegó Zapatero. Buena gente pero demasiado inocente y muy desconfiado de sus viejas guardias, a las que cambió por jóvenes con bastante inexperiencia y con ganas de subir puestos en el partido. Una pena".
Un comentario, éste, para discutirlo con un café humeante por medio, o al menos con las teclas y la pantalla de esto que viene a llamarse ordenador. Eso sí, nada humeante.
(José Antonio Labordeta nació el 10 de marzo de 1935 y falleció el pasado 19 de septiembre.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... El abuelo, le llamaban todos cariñosamente en Aragón. De sus palabras cabe decir aquello de que "más sabe el abuelo por viejo que por sabio"... Porque el bueno de LAbordeta no tenía nada de diablo, sino más bien de santón láico y dicharachero. AGL

P Vázquez "ORIENTADOR" dijo...

Habrá que leerlo...