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martes, 4 de enero de 2011

Remanso

En medio del sarampión navideño , ya remitiendo, os deseo un año lleno de pequeñas cosas placenteras y sentidas.
Me parece tan bello este poema de Mario Benedetti, que no he dudado en compartirlo.

Desde los afectos
¿ Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?.
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.
Que nadie establece normas salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma.
Que la norma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.

Que no está prohibido amar.
Que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agrsión porque sí, hiere mucho.
Que las heridas se cierran.

Que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.

Que negar palabras implica abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que la vida parte del sexo.
Que el " por qué" de los niños tiene un por qué.
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad.

Que para saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que nunca está de más agradecer.
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar.
Que para dar debemos recibir antes.
Que para que nos den también hay que saber como pedir.

Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse es en definitiva no quererse.
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos.
Que para que alguien sea hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.

Que adular no es ayudar.
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no roba.
Que el que roba no es ladrón por placer.
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.

Que se puede estar muerto sin vida.
Que se siente con el cuerpo y la mente.
Que con los oidos se escucha.
Que cuesta ser sensible y no herirse.
Que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantramos muros.
Que quien siembra muros no recoge nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.

Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve.
Que volver no implica retroceder.
Que retroceder también puede ser avanzar.
Que no por mucho avanzar se amanece cerca del sol.

¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?

(Mario Benedetti)

lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti : Nos queda su palabra


A estas horas en que escribo, todo el mundo cercano al mundo literario y político, conoce la desaparición física del poeta uruguayo Mario benedetti, el poeta del compromiso , tal como titula hoy el diario El País en su portada.

Innumerables sus poemas, algunos de los cuales forman parte de la banda sonora de nuestras vidas a través de la voz de Serrat. De 1985 data El sur también existe, canciones sacadas de bellísimos trabajos hechos palabras con la pluma magistral de Benedetti. La presentación de esta obra tuvo lugar en Montevideo en el Estadio Centenario después de un largo período dictatorial con el mayor porcentaje de presos políticos de aquellos negros años en paises sudamericanos. Subieron al escenario el poeta y el cantautor, también uruguayo, Daniel Viglietti.

La experiencia de trabajar codo a codo con Serrat también transformó a Benedetti. Hace unos años, un músico joven llamó al poeta para pedirle permiso para adaptar uno de sus textos. La respuesta: "Mire, joven, haga usted lo que quiera. Después de haber sido cantado por Serrat, ya no puedo aspirar a más".( texto recogido del libro y CD editado por Diario El País SL, 2007)

De este CD es la canción (palabras hechas canciones)...


Defensa De La Alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del caos y de las pesadillas
de la ajada miseria y de los miserables
de las ausencias breves y las definitivas.

Defender la alegría como un atributo
defenderla del pasmo y de las anestesias
de los pocos neutrales y los muchos neutrones
de los graves diagnósticos y de las escopetas.

Defender la alegría como un estandarte
defenderla del rayo y la melancolía
de los males endémicos y de los académicos
del rufián caballero y del oportunista

Defender la alegría como una certidumbre
defenderla a pesar de Dios y de la muerte
de los parcos suicidas y de los homicidas
y del dolor de estar absurdamente alegres

Defender la alegría como algo inevitable
defenderla del mar y las lágrimas tibias
de las buenas costumbres y de los apellidos
del azar y también, también de la alegría.

Desde hoy, nos quedará para siempre su palabra, el arma imbatible y solidaria. Su obra, viva e inmortal. Como un referente. Siempre.