Se ocupa la prensa estos días de la presentación del Diccionario Biográfico Español a cargo de la Real Academia de la Historia (RAH). Este proyecto cuyos inicios se remontan a 1998 fue subvencionado con 6´4 millones de euros por el entonces presidente del gobierno, José María Aznar. Se han presentado 25 de los 50 tomos que se han realizado.
Alguna frases entresacadas por la prensa (El País y Público), en dichos artículos dicen por ejemplo:
" Franco montó un régimen autoritario pero no totalitario. Fue un gobernante católico y autoritario, no un dictador.".
" El 23F se describe en la reseña de Armada como un suceso".
" Luís Suárez autor de la entrada sobre Franco, dice: Un historiador no puede emplear el término dictador, porque sería un juicio de valor".
Y así muchísimas más.
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Deformar el pasado nos conduce a un presente deformado y, por tanto, a un futuro incierto. Porque ya no se trata de los personajes lejanos en el tiempo. Se trata de la ideología que subyace y que se hace presente a través de hechos como la elaboración de este diccionario. Es demoledor el intento que comenzó a hacerse y continúa haciéndose de rehacer nuestra historia reciente.
Sólo se me ocurre incluir aquí las palabras que Manuel Vázquez Montalbán nos regaló en unas de sus columnas de contraportada de El País. ¿Barruntaba ya Montalbán todo esto?. Estas palabras fueron escritas en 1992, hace ya casi 20 años.
" Por lo tanto y vistas las circunstancias
nada atenuantes que están guiando la no
revisión real del franquismo, creando la
falsa y transitoria impresión de que está
superado, para en su día permitir a la es
tatua ganar la última batalla después de
muerto, propongo que se quede el infinito
sin estrellas y que pierda el ancho mar
su inmensidad, pero el negro de tus ojos
que no muera, piel canela, que tu piel se
quede igual.
Es decir, que los que tuvimos que
aguantar aquel sainete a veces sangriento,
a veces cómico, nos atemos al palo mayor
de la memoria y no nos dejemos convocar por
el canto de las sirenas. El franquismo no
fue una guaracha, ni un bolero, ni un chachachá.
Fue un largo, cruel, inútil período de excepción
bajo un casi constante toque de silencio."
¿Le hicimos caso a Montalbán?. Si nos hubiese seguido obsequiando con su columna de contraportada ( aunque era por ahí por donde empezábamos muchos la lectura del periódico), qué hubiese escrito ahora sobre el tema que nos ocupa?. No lo sabemos pero podríamos intuirlo. Aunque para intuición la suya con esa reflexión de hace casi 20 años.
Montalbán nos hace recordar ahora ,que ya en 1992, no se quería hacer una revisión real del franquismo. Ahora, veinte años después, se dice que de eso hace ya mucho tiempo, y que no es bueno remover tanto. ¿Qué argumentos se utilizaron entonces? ¿Que 1992 estaba a tan sólo 17 años del final de la dictadura y , por tanto, muy cercano aún?.
2 comentarios:
Como se ha escrito, todavía quedan reductos de falangistas militantes que se encargarán de que no se haga memoria histórica y que intenten reescribir la historia a su antojo... AGL
Lo malo es que pululen a su antojo, reciban subvenciones oficiales, y estén en entidades y organismos de gran relevancia social(JAEM)
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