martes, 17 de junio de 2014

Días de perlas y rosas

Junio: (del latín Iunius, mes de Juno). Sexto mes del año en el calendario
gregoriano. Cuarto mes del primitivo calendario romano.


En este mes andamos. De acuerdo con  la tradición, la piedra de Junio es la perla y su flor, la rosa.
Hablar del mes de Junio en mis recuerdos infantiles y, sobre todo, adolescentes y juveniles, me lleva de la mano a aquellos finales de curso  que abrían de par en par las puertas de las ansiadas vacaciones de verano inmensamente largas y gozosas. La orilla de otro comienzo de curso se nos escapaba de la vista y de la  mente  y era casi como hablar de otro año.
Junio era sabor de tardes largas, de aroma a trigo y a siega. Primeros calores y, a veces, tormentas sofocantes con su inconfundible olor a tierra mojada. Pájaros inundando los árboles frondosos de las plazas y cuyo trinar cesaba cuando la tarde tardía se apagaba. Fiestas y verbenas populares inoportunas, como las de San Antonio, que  rompían la dureza y la atención de exámenes y reválidas.
Terminar Junio era inaugurar los cines de verano recién remozados y blanqueados para noches de películas y aventuras. Eran los primeros baños al río más cercano. Junio era, sobre todo, la llave que cerraba un año de estudios, sinsabores, rutina y esfuerzo y, a su vez,  la puerta que abría  el paraíso, el abandono de horarios, y la posibilidad de convertir múltiples deseos en realidad. Transformar horas de la noche en vida, y las mañana en plácidos sueños o en salidas tempranas con tiendas de campaña hacia lugares buscados.
Junio significaba todo eso y mucho más.

El escritor Manuel Vicent (Castellón, 1936), nos deleitó, con su genialidad prosística, con una columna en el El País el 5 de Junio de 2005 titulada: Junio. Es un placer leerla y por eso la incluyo en esta entrada.


Además del Tiempo Personal de cada uno- con sus huellas, vivencias y recuerdos  que cada mes de Junio nos ha ido ofreciendo, puliéndonos junto al resto de meses vividos hasta nuestra foto presente- , está ese otro tiempo que llamamos Tiempo  Histórico lleno de efemérides, fechas, personajes, sucesos, acontecimientos,.... Digamos que es la historia oficial, en no pocas ocasiones tergiversada, manipulada , silenciada o hábilmente construída.
 Junio es el mes de las Hogueras de San Juan, del Solsticio de verano en nuestro Hemisferio y de la celebración mundial del Día del Medio Ambiente.
También un mes de Junio nacieron García Lorca, Gaudí, Pirandello, Pancho Villa, Ernesto Sábato y Salvador Allende. Y mueren  Bizet, Nerón, Alejandro Magno, Ray Charles, Borges y Gardel
Fue el Desembarco de Normandía, la matanza de Tiananmen, la proclamación de la república en Grecia, y la coronación de Isabel II, En un mes de Junio murió Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona y jefe de la Casa Real en el exilio entre 1941 y 1943.
Y bueno, por si aún no se habían enterado, dada la escasa atención que los medios están poniendo, mañana día 18 se hará efectiva la abdicación  de Juan Carlos I, a quien el dictador Franco designó su sucesor, (aunque digan que la Constitución lo corroboró, la realidad es que no hubo otra alternativa) y pasado mañana día 19, Las Cortes  proclamarán Rey a Felipe VI, hijo varón del abdicado y Príncipe heredero.
Formarán parte del llamado Tiempo Histórico. Alejados, creo, de los Tiempos Personales, cuyas  querencias, sentimientos y vivencias van por otros derroteros. Que acabe, más pronto que tarde, esta primavera continuista  y sobrevenida a la espera de otra primavera ilusionante y esperanzadora. Aunque no sea estacional.
Convirtiendo, en todo caso, la suma de los Tiempos Personales en un alborozado Tiempo Histórico.

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