miércoles, 16 de julio de 2014

Personalismos y banderías

Con la falta que hace dejar a un lado personalismos, bandos, tácticas, siglas,... y, sin embargo, qué difícil resulta. Es prioritario frenar, urgentemente, la maquinaria que baja veloz por el precipicio arrasando todo lo que encuentra a su paso, pero el partidismo, sus tácticas y su narcisismo,  no permite ver más allá del propio ombligo en la inmensa mayoría de las ocasiones.
¡ Es tan necesario unir voces¡ ¡ Es tan acuciante marcar líneas comunes por encima de todo lo demás en estos momentos!. ¿Qué hace el principal partido de la oposición menospreciando y descalificando a todo lo que se sitúe a su izquierda? ¿Acaso no deberían ser fuerzas que caminasen  en un  mismo sentido?.
Resulta Kafkiano que sean  la derecha y  la patronal  las que se alegren  del reciente candidato elegido  en dicho partido. ¿Ha sido un acierto la eleccíon del candidato? ¿Para quien lo ha sido, viendo la alegría que ha despertado en sectores concretos?.¿ Debe alegrarse la derecha del líder elegido y suscitar, si acaso, silencio y vuelta al ruedo, en sus propias filas?. Banderías, tacticismos, maniobras, cuotas de poder.... Meros intentos desesperados de cambiar para que todo siga igual como si eso fuera posible a estas alturas. Nada será ya igual.
La izquierda- toda, o lo que quede de ella- , necesita marcar un solo paso y unas ideas comunes que frenen los efectos devastadores de una política neoliberal que campa a sus anchas. 
Es posible, aunque sea difícil o muy difícil. Es una necesidad. No hay otro camino frente al camino que nos marcaron desde aquella desafiante " prima de riesgo y sus puntos fuera de control", y de la que nunca más se supo. 


¿Qué pasaría?

¿Qué pasaría si un día despertásemos dándonos cuenta de que
somos mayoría?

¿Qué pasaría si de pronto una injusticia
sólo una, es repudiada por todos,
todos que somos todos, no unos,
no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos
nos multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos organizáramos
y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,
en silencio, en multitudes,
en millones de miradas la cara de los opresores,
sin vivas, sin aplausos,
sin sonrisas, sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos,
y vos por mi que estoy tan lejos,
y ambos por los otros que están muy lejos,
y los otros por nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito de un continente,
fuese el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos las fronteras,
y avanzamos y avanzamos y avanzamos
y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas,
para tener solo una, la nuestra,
la de todos, o mejor ninguna
porque no la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejásemos de ser patriotas para
ser humanos?

No sé..... me pregunto yo.
¿Qué pasaría?
                                                                                                 Mario Benedetti


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado bastante Orquesta distorsionada y las poesías de Benedetti.