Anda por ahí, en estos últimos tiempos un tufillo irrespirable al que podríamos nombrar como el gas de la pesadez. Llamémosle así para ser cortés en el uso de las palabras. Bien podría ser bautizado con nombres más contundentes, más certeros, más reales... mejor acotados.
Y digo de la pesadez porque tiene la propiedad de atravesar, como si no fuese con él, la línea imaginaria de todos los tiempos. Para tener esa propiedad, este gas no entiende de avances, de corrientes diversas, de filosofías, de estudios científicos, ni de desarrollo, ni de progreso. La soberbia le hace enfrentarse a la evidencia. Eso sí, al cabo de cientos de años, puede pedir perdón o perdonar a quien en otros tiempos fustigó.¡ A buenas horas!.
Mantener esa propiedad le hace, a veces, manifestarse de formas distintas. Hiberna si es necesario esperando mejores tiempos o sale a la luz si lo ve proclive.
Los de ahora, son tiempos propicios. Ir a África no tiene nada que objetar. Ir a África a condenar el uso del preservativo, allí precisamente, es un atrevimiento que deja paralizado no sólo a buena parte del mundo científico, sino tambien a millones de sus propios seguidores por no decir, también, a millones de descarriados.
Ir a África como líder espiritual de un imperio religioso, a hablar sobre la maldad del preservativo es como poco, irresponsable. Ir a África a condenar el preservativo, a la vez que se predica de forma contundente contra el aborto... no tiene nombre. No tiene nombre.
Elimina de un plumazo la lucha contra la propagación del sida, y elimina también de un plumazo la posibilidad de mantener relaciones sexuales a aquellos que estuvieran de acuerdo en no querer abortar posteriormente. ( Ni tan siquiera dentro del matrimonio).
¿Qué ofrece entonces Benedicto XVI, antiguo Prefecto de la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe?. Castidad hasta el matrimonio y procreación, procreación y procreación. Todo lo demás a las tinieblas. ¡Increible!. No hay más caminos. Piden demasiado, porque además piden para todos y eso es lo grave. Para todos, no lo olvidemos. Ellos eligieron la castidad( no fue siempre asi), ellos eligieron no casarse( no fue siempre así), ellos eligieron mantener a la mujer apartada del gobierno de la iglesia ( no fue siempre así), ellos, pastores ( así se definen) conducen a su rebaño por las sendas de sus leyes ( no siempre evangélicas). Y pretenden que sus leyes se implanten en la sociedad civil a través de los parlamentos y de los gobiernos ( Que se lo digan si no, a la sociedad italiana y su ley de testamento vital) . Quieren ser el gobierno de todos los gobiernos, sin pasar por urna alguna. Menudencias, al fín y al cabo. ¿ Alguien da más?.
Un artículo más, aparecido en el diario El País de hoy sobre el preservativo en la opinión de una revista médica.
1 comentario:
Ellos son la luz, el camino y la gloria... y se han autoproclamado salvadores exclusivos de las incautas almas. ¿No les basta con salvar las suyas?
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