Hoy han vuelto a los institutos miles de adolescentes y jóvenes (no había “jóvenas” por mucho que miré…) en los que hemos vuelto a descubrir aquellas caras ilusionadas que, año tras año, nos parecen siempre las mismas. Una vez más hemos vuelto a sentir la misma paradoja: los profesores somos un año más viejos, mientras que los alumnos siempre tienen la misma edad.
Algunos colegas entonaban, con poco ánimo, aquello de “Volver”… Otros recordaban lo de “Volver a empezar”, con esa carga de tarea rutinaria y pesada que el trabajo de docente lleva muchas veces consigo. Algunos, los más animosos, estaban también un poco inquietos, como los alumnos, con ganas de hacer cosas, de sacarle el mayor jugo posible a esta profesión en cada curso que comienza. Con estos últimos da gusto encontrarse cada día y, aunque la docencia es ya una tarea a veces poco grata, reconforta verse al lado de profesores y profesoras a quienes gusta su trabajo.
Por esta razón, creo que el titular que mejor cuadra para una jornada como la de cada 15 de septiembre es la del título de aquella magnífica película francesa de Bertrand Tavernier, que vi por primera vez ante la insistencia de mi compañero y amigo J.M. Abril (a quien debo ese pequeño placer). Me gusta repetir, en días como hoy, aquel título: “Ça commence aujourd,hui”, “Hoy empieza todo”.
El mundo de la educación -como la economía, la sanidad… - no está en sus mejores momentos, pero conviene recordar que, pese a todo -como la película de Tavernier nos recordaba- la escuela tiene grandes responsabilidades sociales. Y quienes trabajamos en ella también. La sociedad, (los medios de comunicación, la administración, los gobernantes, la “tribu” en general…) debe saber esto y exigirle a la educación todo lo que cabe esperar de ella.
Pero no estaría mal que cada comienzo de curso, cada septiembre, puesto que “Hoy empieza todo”, la sociedad cumpliera también con su responsabilidad para con la escuela: sin recortes, con el mayor de los reconocimientos para los profesionales de la educación, con la dotación de medios que cabe esperar. Y ello para que cada comienzo de curso sea el inicio de una tarea ilusionante y no un “Volver a empezar” con los problemas de siempre.
Algunos colegas entonaban, con poco ánimo, aquello de “Volver”… Otros recordaban lo de “Volver a empezar”, con esa carga de tarea rutinaria y pesada que el trabajo de docente lleva muchas veces consigo. Algunos, los más animosos, estaban también un poco inquietos, como los alumnos, con ganas de hacer cosas, de sacarle el mayor jugo posible a esta profesión en cada curso que comienza. Con estos últimos da gusto encontrarse cada día y, aunque la docencia es ya una tarea a veces poco grata, reconforta verse al lado de profesores y profesoras a quienes gusta su trabajo.
Por esta razón, creo que el titular que mejor cuadra para una jornada como la de cada 15 de septiembre es la del título de aquella magnífica película francesa de Bertrand Tavernier, que vi por primera vez ante la insistencia de mi compañero y amigo J.M. Abril (a quien debo ese pequeño placer). Me gusta repetir, en días como hoy, aquel título: “Ça commence aujourd,hui”, “Hoy empieza todo”.
El mundo de la educación -como la economía, la sanidad… - no está en sus mejores momentos, pero conviene recordar que, pese a todo -como la película de Tavernier nos recordaba- la escuela tiene grandes responsabilidades sociales. Y quienes trabajamos en ella también. La sociedad, (los medios de comunicación, la administración, los gobernantes, la “tribu” en general…) debe saber esto y exigirle a la educación todo lo que cabe esperar de ella.
Pero no estaría mal que cada comienzo de curso, cada septiembre, puesto que “Hoy empieza todo”, la sociedad cumpliera también con su responsabilidad para con la escuela: sin recortes, con el mayor de los reconocimientos para los profesionales de la educación, con la dotación de medios que cabe esperar. Y ello para que cada comienzo de curso sea el inicio de una tarea ilusionante y no un “Volver a empezar” con los problemas de siempre.
3 comentarios:
Soy docente y cada vez nos cuesta más empezar. Yo creo que la visión que domina es la de "volver a empezar... otra vez más" o esa otra de "Hoy empieza todo... el mundo a dar la lata".
Buen curso a todos, incluidas las familias.
Me gustaría saber qué ha ocurrido en los últimos 15 o 20 años. Y poder llegar a entender, todo el proceso.Es cierto que la "tribu" es amplia, es cierto que hablar de educación nos lleva a una tupida madeja que nos puede conducir a aquello de " entre todos la mataron y ella sola se murió".
Pero en el camino de estos años, ha habido pasos, momentos, omisiones, acciones políticas, dudas, parones, claudicaciones,....
Traducidas en normativas concretas, en políticas concretas, en fechas concretas, en timomeles concretos.
Quiero con ello decir, que todos somos culpables. Pero no todos con el mismo grado. Aún al día de hoy
se sigue negando o sin querer ver o admitir la delicada situación en que se encuentra la comunidad educativa.(JAEM)
Se hace difícil, muy difícil, salir de la desesperanza y el pesimismo, cuando no se quiere aceptar wl punto exacto en que se encuentra, para a partir de ahí, salir del embrollo.
Y, sin embargo, no pongo en duda que mas temprano que tarde, la sociedad reaccionará, aunque haya habido que pagar un altísimno coste.
Aún dentro del momento incierto, mantener la esperanza activa y decidida en el día a día, es una de las piedras angulares del sistema. A pesar de todo. o tal vez por ello. (JAEM)
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