viernes, 11 de septiembre de 2015

Pensamiento gripado

 " Puedo escribir los versos más tristes esta noche.... "

( Poema XX .- Pablo Neruda).




Podría dedicar esta entrada a recordar aquel mediodía de  otro once de septiembre  cuando viendo el telediario de la época creímos que un fallo en la programación había  interrumpido bruscamente las noticias y había dado paso a una  película de ciencia ficción en sesión de tarde. El miedo anidó en la sociedad al comprobar que la línea entre realidad y ficción no siempre existía. Anidó y se quedó entre nosotros.
Podría dedicar esta entrada a rememorar el golpe de Estado contra la Vía Chilena al Socialismo, simbolizada en su Presidente Salvador Allende. Fue otro once de septiembre cuando también en el telediario pudo verse el asedio y bombardeo del Palacio de La Moneda con la muerte  de Allende y el final violento de aquella vía pacífica y democrática que daba paso a un negro y siniestro túnel. 
Podría dedicar esta entrada, también, a la memoria de Pablo Neruda,  fallecido ( 23 de septiembre) días después del golpe. A la de Víctor Jara,  torturado y asesinado  ( 26 de septiembre) en el estadio de Santiago u que hoy lleva su nombre.
Sería posiblemente un buen momento para escribir sobre la Diada, o sobre la ya iniciada campaña electoral catalana.  Incluso para opinar sobre las próximas elecciones generales y predecir el día elegido para llevarlas a cabo. Sean el día que sean, estarán envueltas de paga extra, de atrasos cobrados, de niños cantando el gordo de navidad, de turrones y.... de tradición.

Sin embargo, me resulta imposible, escribir más de dos líneas sobre estos temas. Mi mente gripada y mis dedos entumecidos  no responden por más que lo intento.
Y es que me quedo sin palabras ante la deriva de todo lo que está ocurriendo en nuestra vallada Europa, en nuestro acotado mundo artificial y encallecido. Dramas humanos- en este caso la tragedia de millones de refugiados- que hasta ahora eran  dramas  lejanos  en el espacio y en los sentimientos. 
Pienso que no tenemos la culpa ni la responsabilidad absoluta  en todo esto. Pero no tengo ninguna duda en reconocer  que más de una piedra y más de dos,... hemos ido lanzando hacia arriba desde hace ya tiempo. Mucho tiempo. Ahora, como si no fuera con nosotros,  asistimos boquiabiertos y asustados  a la caída libre de esas piedras sobre nuestras propias cabezas. 
¿ Qué hacer ahora?. No se trata de un acto de solidaridad hacia ellos. Es una obligación asistirles y darles cobijo de acuerdo a los protocolos internacionales sobre refugiados y que hemos firmado. 
Estamos viendo escenas ( una más fue la del niño fallecido en la playa) y escuchando noticias que nos sacuden como personas y que agrietan los cimientos de una Europa desarrollada que creíamos sensible y humanizada en sus puentes de mando. 
Huir de la muerte y sentirse perseguidos allá donde el miedo les lleva sólo puede generar frustración, injusticia y odios. 
Es un excelente caldo de cultivo para aquellos que añoran la vuelta a nacionalismos trasnochados, al cierre de fronteras y al embrutecimiento de la población. Se manipulan ideas, se elaboran enemigos, se genera el miedo a todo lo exterior y se actúa en consecuencia a ello. 
Se deshilachan lazos, se olvidan principios, se dilapidan derechos humanos y se hacen declaraciones escandalosas cargadas de radicalidad.  Olvidamos, así,  nuestra propia historia.
Aterra este panorama que nos catapulta  a escenarios que creíamos superados. 
No hay palabras....
No las hay.
Cuesta ver esta tragedia, cuesta mirarla y acercarse a ella con palabras. Es imposible describir lo irracional. Es así como uno se ve desnudo frente a  la rabia y la impotencia.
( Casi cuatro millones de sirios ya abandonaron su país desde el inicio de la guerra.  Una cantidad equivalente a ocho millones de españoles. Líbano con unos cinco millones de habitantes ha acogido ya a más de un millón de refugiados. Nos estamos enterando cuando llaman ya a nuestra puerta pidiendo asilo).

* Esta noche en directo para quien lo desee o en diferido cuando quiera:
   21.30: Refugiados: Reservado el derecho de admisión. 
   La Sexta TV-


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