lunes, 31 de agosto de 2009

Ética democrática

Después de más de tres décadas de democracia habría que tomar algunas medidas para ilusionar a la ciudadanía y evitar el distanciamiento cada vez mayor que existe entre esta y los políticos. Si entendemos que la política debe ser un servicio ejercido por aquellas personas más cualificadas, con el aval de sus conciudadanos , para lograr una sociedad más justa, sostenible y ética, es imprescindible cambiar muchas de las actitudes que se vienen desarrollando en todos los partidos.
En primer lugar , la actividad política en todas sus extensiones (presidente, ministro, parlamentario, senador, alcalde, concejal, personal asignado y sobre todo esa figura gris de asesores/as que cobran mucho y nadie sabe su responsabilidad) tengan fecha de caducidad, pues su labor es de servicio y no de asentamiento en el poder. Todos conocemos personajes que viven de la política desde el inicio de la democracia, personas que no han ejercido otra profesión que esta y algunos que no tienen ninguna cualificación profesional ni trabajo conocido en la sociedad que el de político o bien si lo tienen no quieren volver a él y huyen como de la peste. También nos encontramos aquellos que hacen carrera a través de la política y consiguen entrar en consejos de administración de grandes empresas, montar la suya o conseguir un gran puesto . Es anacrónico la profesionalización de los cargos, que lleva aparejado la creación de una casta dirigente aferrada al poder y la toma de decisiones y a veces a clientelismo y corrupción. Lo bueno si breve, dos veces bueno, en política también, si eres genial, honesto, valioso y demás calificativos, al cabo de un periodo, 8 años tal vez, te despides de tu cargo y sigues tu vida profesional con la conciencia de haber realizado una labor por tu pueblo, comunidad o nación, porque si pasas de delegado de, a parlamentario en, asesor con o director general , es que eres , ¿experto en todo o en nada ?. Más bien lo segundo.
También están los cuantiosos casos de corrupción, que nunca puede ser avalada por las urnas, como algunos pretenden. Estas cumplen una función distinta a la legitimación judicial y si en su afán de poder y riqueza meten la pata no se puede apelar desde su propio partido a la honorabilidad cuestionada, más bien deberían exigirle la dimisión o cesarlo en su cargo directamente , además de cumplir con el castigo por los hechos cometidos .
Por tanto se deberían dar pasos éticos en la mejora de las democracias órganicas, en el que la participación se reduce a votar una lista cerrada cada cierto tiempo, en vez de abrir los partidos a la sociedad, a la crítica , a los que piensan diferente, a decidir quienes te representan y a sentirnos más partícipe en la mejora de nuestro pais y de nuestra democracia.

6 comentarios:

JRDC dijo...

Mejor no se puede decir. Solamente añadir algo . No solo es necesario añadir pasos éticos, también pasos normativos, leyes que intenten regular esta situación.

AGL dijo...

"Se deberían dar pasos éticos..."
Amigo Jose María...ahí llevas razón pero ¿Tu crees que los partidos políticos están para estas bromas?...Todavía guardo los artículos, en esta misma linea que propones, de Ramón VArgas Machuca sobre la democracia interna en los partidos, la celebración de primarias, las listas abiertas, la limitación de mandatos, la apertura de los partidos a los simpatizantes... Ideas que duraron dos telediarios. Es una pena.

Anónimo dijo...

¡Cuántos!, Cuántos pasos, pequeños pasos se han ido dando, deslizándonos por la peligrosa pendiente de creer que las ideologías debían estar supeditadas al pragmatismo absoluto.Ahí estamos. nos costará salir de ello. todos culpables, pero, eso sí, unos mas que otros.La llamada clase política ha llevado y lleva el timón.Al fín y al cabo los colocamos nosotros.Pero ya se encargaron ellos de que la normativa fuese ante todo legal, aunque carente en cantidad de ocasiones de "esos pasos éticos" que nos hubiesen llevado a una buena salud democrática.(JAEM)

Anónimo dijo...

Hay que tener ideología, o sea fe en medidas buenas, creencias de que es mejor esto que aquello..
El pragmatismo, o sea el fin de las ideologías las propagó fernán de de la MOra en el Palacio Domez en la Alameda Cristina en tiempos del dictador Franco.
Hay que creer y ser sobrios en los aspectos de la vida.
Repúlica de Cuartillo

Anónimo dijo...

No se por qué ha salido en vez de Fernández de la Mora, o Palacio Domecq, o República de Cuartillo.
Perdón
FRC

Unknown dijo...

Mientras todos aspiren a lo mismo esto no cambiará. Quién en su sano juicio morderá la mano que le dá de comer. ¿Solución?.. listas abiertas y responsabilidad ante el ciudadano, no ante el partido. A partir de ahí lo que queramos.(EMG)