jueves, 25 de junio de 2015

El calvario del pueblo griego

     
" El trabajo no vale nada, no hay plata que alcance, se hace el doble a cambio de la mitad.
 ¿ Qué  producen nuestros países?. Brazos baratos. La realidad se vuelve chiste de humor negro:
- Hay que apretarse el cinturón. 
- No puedo. Me lo comí ayer ". 

( Eduardo Galeano.- Montevideo, 1940- 2015. Escritor
destacado de la Literatura Latinoamericana)


 Nos ofrecen  estos días una aparente información sobre las negociaciones  entre el  Eurogrupo  y Grecia. Y digo aparente, porque la realidad es la que es y el Poder con mayúsculas es quien marca la agenda como siempre. Más que informar, se nos trata de imponer  determinadas formas de pensar. Le sobra herramientas para ello porque controla los medios de comunicación poniendo lupa a lo que le interesa y callando lo que no. 
Es curioso cómo, a través de sus estrategias, termina implantando prioridades y estereotipos. Incluso impone, en cierta manera, lo que vulgarmente conocemos  como "el sentido común". Sirva como ejemplo - y todo es debido a la información general que nos llega- observar en qué lugares de nuestros esquemas mentales hemos ido interiorizando y colocando a la dialogante y paciente Troika; al inusual, raro y terco ministro de Finanzas griego; al radical, extremista y antieuropeo partido Syriza, y al irresponsable pueblo griego por haber llegado al borde del abismo viviendo  muy por encima de sus posibilidades y sin aceptar solidariamente, para más inri, los sacrificios necesarios.
Esta es, a grandes rasgos, la foto que se nos ofrece y así nos piden que la veamos,  la asumamos, la compartamos y la difundamos.
Lo cierto es que se está librando una batalla desigual y, por tanto, injusta. 
Por un lado las fuerzas neoliberales deseando intensamente el fracaso de Syriza para que, bajo ningún concepto,  se den por concluidas las políticas  de austeridad y mantener, así,   las que han conducido al actual desastre social- también político y económico-  de Grecia. El poder real-  bajo nombres diferentes- no está dispuesto  a que se ponga en evidencia la falsedad de todo esto que se nos ha ido presentando como mera crisis económica y todo el discurso montado a su alrededor. Tampoco puede asumir  la ineficacia de las políticas impuestas a las clases populares, aunque hasta el último de la clase,  sepa que así es imposible acabar con el paro y con una forma de vida exigua y una sociedad cada vez más desigual. Y, por supuesto, no están dispuestos a que Syriza se convierta n  el espejo en el que mirarse desde otras naciones cercanas.
Al otro lado, Grecia, ha seguido firme - con cantidad de concesiones- en su afán de que no caigan definitivamente  las grandes banderas de la democracia, la justicia y la redistribución social. Valores, que Europa dice defender  como suyos. El sufrimiento del pueblo griego y las exigencias y humillaciones  permanentes del más difícil todavía, terminará pasándonos  factura  a todos. 
¿Aún podemos dudar, a estas alturas,  de este proceso en que estamos inmersos?.
Grecia y otros países - el nuestro incluido-,  estamos en el punto de mira. ¿O es que acaso el cacareado final de la crisis- se nos habla  de ella como algo ya pasado-, ha logrado que oigamos nuevos mensajes y veamos nuevas realidades reales de diáfano color verde?. Por el contrario, los discursos domésticos y europeos continúan recordándonos, un día sí y el otro también,  que el duro camino iniciado no ha terminado y que el futuro pinta oscuro. ( ahí están las declaraciones, por citar una sola, del Gobernador del Banco de España dirigiéndose a la juventud y sus ahorros y a los pensionistas). 
Un nuevo modelo, una nueva forma de vida menos protectora para los necesitados, más injusta y desigual, está emergiendo bajo nuestros pies sin que consigamos, como sociedad, tener plena conciencia de ello. Como alguien dijo, ¿ a qué extraño mecanismo irracional apelan los que manejan el cotarro para cegar a la gente  y que solo crean lo que ellos quieran hacerles creer?.
El gobierno alemán ha ido transformándose  en el centro dominante  de la vida financiera, económica y política de la Eurozona. Creo que la Europa social, solidaria  y avanzada y que fue gestándose en la posguerra europea - así lo creíamos- está en peligro. Los intereses financieros y económicos  globales están tratando de imponerse desde finales de los ochenta a esa otra Europa llamada  la Europa de los Pueblos.
Invito a dos lecturas:
El 17 de marzo, la Presidenta del Parlamento Griego, Zoé Constandopulu, anunciaba la creación  de una Comisión Internacional de Expertos que llevaría a cabo una auditoría de la deuda pública coordinada por el politólogo belga Éric Toussaint, portavoz  del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. El objetivo fundamental era conocer qué parte de la deuda  habría sido utilizada  para el bien común  y qué otra parte habría sido malgastada. 
El pasado 17 de junio, el diario Público.es, ofrecía un artículo titulado: " Un comité de expertos internacional defiende que Grecia  ni puede ni debe pagar su deuda". Resulta clarificador leerlo. 


El otro artículo es del blog "Comiendo tierra" de Juan Carlos Monedero, y que se inserta en las págs de Público.es.  La entrada, con fecha 23 de junio  se titula: Grecia 2015- Polonia 1939. 
Una visión que invita, al menos, a hacer una reflexión histórica de nuestro reciente y conflictivo pasado europeo.
( Buscar blog en google).





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