miércoles, 6 de enero de 2010

Un regalo de "Reyes”

La lucidez de la ficción
Salí a la calle con el cazamariposas en la mano dispuesto, como era mi costumbre, a capturar la realidad. En un seto vi una mariposa posada sobre una flor. Me acerqué sigiloso para atraparla. Al verme, la mariposa levantó el vuelo. Sabedora de mis intenciones se dirigió a mi a toda velocidad. Me embistió con tal fuerza que, para evitar caerme al suelo, me agarré a sus alas, y… aquí me tienen, sonriente y feliz surcando a su lado los aires. Desde el cielo, el mundo me parece otro.

(Letras minúsculas y coda, Antonio Reyes Ruiz.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido un gozo leer los pequeños textos del libro de A.Reyes.Un gustazo por su ironía, su frescura, su profundidad y, sobre toso, por ese guiño de brindis a la vida.JAEM

Anónimo dijo...

...ahí está el problema...
¿Cómo sube uno hasta el cielo si no pasa ninguna mariposa cerca?