No salía de mi asombro… Esta mañana, cuando iba camino del instituto escuchando la radio, un tal José de la Cavada (o quizás “de la Cagada”, no se entendía bien el apellido con la tormenta) proponía, o mejor “perpetraba”, un contrato para jóvenes sin derecho a indemnización por despido, sin cotización en la Seguridad Social y sin el consiguiente derecho a cobrar paro. Lo mejor de todo era el sueldo que, “en el mejor de los casos”, igualaría el salario mínimo interprofesional (633,3 mes).
No daba crédito y pensaba en mis hijos y en los hijos de tantos amigos o conocidos, en los jóvenes que como ellos están buscando una oportunidad para entrar en el mundo. Pero no les dejan.
A juzgar por las declaraciones del señor “de la Cavada” (¿o era “de la Cagada”?), alto cargo de la CEOE, director de relaciones laborales o algo así, está claro que lo que quieren son esclavos o, pero aún, “jóvenes-kleenex” de usar y tirar. Sin cortarse un pelo, sin vergüenza. Sinvergüenzas.
No daba crédito y pensaba en mis hijos y en los hijos de tantos amigos o conocidos, en los jóvenes que como ellos están buscando una oportunidad para entrar en el mundo. Pero no les dejan.
A juzgar por las declaraciones del señor “de la Cavada” (¿o era “de la Cagada”?), alto cargo de la CEOE, director de relaciones laborales o algo así, está claro que lo que quieren son esclavos o, pero aún, “jóvenes-kleenex” de usar y tirar. Sin cortarse un pelo, sin vergüenza. Sinvergüenzas.
Todos los señores “de la Cavada”, los señores de la CEOE que andan metiendo miedo con lo de las reformas laborales, han mostrado por fin sus propuestas y con ellas, la cara más cruda del capitalismo que representan.
En lo que a mi respecta, me apuntaba ahora mismo a trabajar por la comida, a trabajar cobrando sólo lo justo para vestirme y comer, aunque tuviera que vivir en casa de mis padres toda una vida… si con ello conseguíamos perder de vista para siempre a cuantos “señores De la Cavada” pueblan el universo mundo. Porque ellos, los de los bonos millonarios, los de las jubilaciones de lujo, los de los beneficios a toda costa, los que pretenden utilizar a los jóvenes como kleenex de usar y tirar, son los principales culpables de que ahora pase lo que pase. Pero lo más sorprendente es que se digan estas cosas y no suceda nada, que al oírlas no salgamos a la calle para decirles que se metan el contrato que proponen (y de paso el dedo de Aznar) por el “conducto reglamentario”.
En lo que a mi respecta, me apuntaba ahora mismo a trabajar por la comida, a trabajar cobrando sólo lo justo para vestirme y comer, aunque tuviera que vivir en casa de mis padres toda una vida… si con ello conseguíamos perder de vista para siempre a cuantos “señores De la Cavada” pueblan el universo mundo. Porque ellos, los de los bonos millonarios, los de las jubilaciones de lujo, los de los beneficios a toda costa, los que pretenden utilizar a los jóvenes como kleenex de usar y tirar, son los principales culpables de que ahora pase lo que pase. Pero lo más sorprendente es que se digan estas cosas y no suceda nada, que al oírlas no salgamos a la calle para decirles que se metan el contrato que proponen (y de paso el dedo de Aznar) por el “conducto reglamentario”.
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