Pude ver en días pasados algunas entrevistas así como leer diversos artículos e informaciones, con motivo del décimo aniversario de aquella barbarie que, a través de explosiones simultáneas en diversos convoyes abarrotados en hora punta, acabó con la vida de 192 personas inocentes y que dejó un reguero de casi dos mil heridos y de familiares mutilados de afectos cotidianos para siempre. 11M, en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo en Madrid. Aciaga mañana aquella que a pesar de los años transcurridos sigue erizando la piel con la misma intensidad que aquellas horas al volver a escuchar testimonios y confesiones de muchos de los supervivientes y familiares. Jamás se digieren unos hechos tan tremendos y devastadores.
Y causa indignación y estremecimiento, revivir de nuevo las declaraciones oficiales y el tratamiento informativo de ciertas emisoras y prensa, en aquellos primeros momentos y días posteriores hasta llegar a nuestro presente.
Desde aquel trágico momento, desde aquellas primeras horas, la mentira, la manipulación y la intoxicación, alimentados por intereses partidarios y egoístas, condujeron a una siniestra y perversa operación de engaño masivo, y que aún perdura hasta la fecha a través de las ambigüedades de algunos dirigentes, a pesar de la instrucción y sentencia firme producida en 2007.
El calvario personal sufrido por Pilar Manjón, sufriendo amenazas y vejaciones permanentes y tachada a lo largo de estos años, en la emisora COPE, de "mentirosa, trastornada, monstruíta, personaje siniestro y de no estar bien de la cabeza" ( recogido en diario.es. escolar.net), así como el calvario, igualmente doloroso, de Rodolfo Ruíz,, entonces Comisario de Vallecas, calumniado y acusado de colocar una mochila y que perdió a su mujer en 2008 al suicidarse por no poder soportar la presión mediática, son algunos secuelas, sólo algunas, de la mentiras y falsedades sostenidas desde las primeras horas de los atentados y- peor aún- , cruelmente mantenidas a lo largo de todos estos años.
Aznar y su Gobierno -de entonces-, no dudaron en mantener un discurso contundente y contrario a los primeros informes de los Servicios de Seguridad del Estado y de datos abrumadores que apuntaban , directamente y desde el principio, a células yihadistas, tal como se confirmó años después en el juicio. Un Gobierno que nos mintió a todos en aquellos días preelectorales y que estaba formado, entre otros ministros, por: Arenas, Zaplana ( portavoz), Rato, Montoro, Michavila, Trillo, Cascos, Arias, Ana Pastor y Acebes ( de Interior, y que llamó miserables a los que dudaban de la versión oficial). Y unos medios y periodistas como El Mundo, La COPE, Pedro J. Ramírez, César Vidal, Jiménez losantos, etc., que no dudaron tampoco en sostener y reforzar durante años los mismos falsos argumentos.
Nadie, todavía, ha pedido perdón por aquellas falsedades mantenidas. Ninguna responsabilidad. Ningún mensaje claro y alejado de intencionadas confusiones, equívocos y dobles sentidos. Una falta absoluta de respeto y homenaje debido a las víctimas, como también a los heridos, familiares y sociedad en general que han vivido con estupor y dolor añadido, la mentira instalada en aras de unos intereses alejados de la verdad y, por tanto, de la justicia.
Me vino a la memoria, viendo estos programas, el accidente de aviación en Turquía y conocido como "Caso Yak-42" ( 26 de mayo, 2003), siendo Ministro de Defensa Federico Trillo. Fallecieron 62 militares que volvían de su misión en Afganistán. Hubo graves negligencias en la contratación del vuelo y un escándalo vergonzoso e indigno en la identificación de cadáveres. También aquí hubo graves mentiras y desmentidos desde un primer momento.
Me vino igualmente a la memoria aquella patética foto conocida como " Trío de las Azores" y la posterior invasión y guerra de Iraq, sin mandato de Naciones Unidas, " por poseer, sin lugar a dudas, armas de destrucción masiva", que nunca se encontraron. De nuevo, la instalación de la mentira para, como en este caso, invadir un país. Mentira, jamás reconocida.
Todavía, estos días pasados, Cospedal ( por entonces Subsecretaria con Acebes) mantenía un discurso ambiguo afirmando que " cualquier luz que se pueda arrojar sobre los atentados será bienvenida" e Ignacio González, Presidente de la Comunidad de Madrid, sostenía, igualmente, que " hay distintos puntos de vista". Por último, el Cardenal Rouco en el funeral católico celebrado por las víctimas ( posiblemente creyentes de varias religiones y no creyentes) e impropio de un Estado aconfesional, se despedía diciendo en su homilía que " no sabemos cuáles eran los últimos fines de los terroristas".
Dudas mantenidas. Bulos.Falsedades. Arrojar sombras permanentes. Vaguedades y mentiras. Como lo fue, también, el programa electoral del PP en las últimas elecciones generales.
Se trata, en definitiva, de hacer creer a todo el mundo que se hace lo correcto a través de la manipulación. Propaganda ejercida como influencia en la opinión pública. Repetir doctrinas y dogmas constantemente (ahora es la salida de la crisis, por no citar otras), disfrazadas o matizadas, pero siempre dirigidas a un mismo fin.
Argumentos manipulados y transformados en eufemismos y tergiversaciones, y que a base de ser repetidas, calan en la opinión pública como verdades absolutas.
La democracia, y los valores y procedimientos en los que ésta se instala, se resienten, así , gravemente. Pierde contenido y se difumina en la misma medida en que se instalan la mentira y la manipulación. Se levanta un muro infranqueable que debilita a las instituciones frente a una ciudadanía hábilmente paralizada y cada vez más incrédula y e impotente. Es la batalla, sin cuartel, basada en el engaño y la impostura.
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