martes, 17 de diciembre de 2013

Desde sus atalayas....con desvergüenza

Ahí los tenemos. Inasequibles al desaliento. Dejándonos atónitos, callados, y con esa cara boba del que cree que todo es un sueño. Un mal sueño. 
Y no lo es. Es una realidad sutilmente anestesiada que se nos suministra cada día  en un gota a gota imparable

La Iglesia  oficial, la que dice ser y llamarse heredera de Pedro, nos sigue hablando- desde su atalaya- de sexualidad y alrededores, como tema fundamental que eclipsa y entierra otro tema, para ellos menos fundamental, como es  la injusticia, encarnada  en desigualdades y en el crecimiento inaguantable  de desheredados y parias de la tierra.
La Monarquía- desde su atalaya- nos habla de justicia. De igualdad ante la ley. Volveremos a escuchar este mensaje  en esa llamada " noche buena" cargada de felicitaciones y felicidades. Menos mal que entre tanta felicitación y felicidad casi no escucharemos las palabras- bálsamo. Menos mal.
Los ricos ( en aumento en cantidad y calidad estos últimos años), nos hablan de austeridad desde su atalaya. De la insostenibilidad del sistema. Del descubrimiento, por fín, de la ansiada precariedad. De que en la vida, lo material es secundario, y de que la dignidad-palabra en desuso- nada tiene que ver con la bendita y normalizada subsistencia.
Los políticos con mando en plaza nos hablan, una y mil veces desde su atalaya, de que esto es lo que hay y de que todo podría ser , aún, mucho peor. Se les llena la boca de palabras como democracia, constitución, protección, libertades, bienestar, confianza,.... Se consideran nuestros salvavidas, pero lanzan sus mensajes por megafonía desde sus botes salvavidas a una población angustiada por la zozobra y en cubierta.
Los parques temáticos humanoides  en que se han convertido las grandes superficies comerciales también nos desean felicidad y nos hablan del único dios que nace cada día: el consumo, el consumo y el consumo. Un solo dios verdadero, bajo infinidad de presencias distintas.
Esta mañana  también ha hablado en el Congreso la diputada del PP  Rocío López, dirigiéndose a  Gaspar Llamazares (IU): " Los que nada tenemos que ver con el franquismo ya les hemos perdonado a ustedes, señor Llamazares, y a los miembros del PCE algunos de los episodios más negros de la historia de España". Ahí queda eso. Le faltó decir: con lo bien que os hemos tratado y que poco agradecidos sois.
( Fuente: público.es. 17.12.13). A Llamazares se le negó el derecho a réplica. ¿Pensó la izquierda acaso que borrar la memoria no iba a traer estas consecuencias?. Necia, si no lo sabía. Y si ya lo intuyó, ¿Qué decir ahora?.

Desde su poder, desde sus atalayas.....

Comienza a lloviznar mientras escribo en esta tarde  preludio de invierno.Escucho a Lluís Llach y su canción: " Compañeros, no es esto".

Esta es su letra:
Compañeros no es esto


No es esto compañeros, no es esto
por lo que murieron tantas flores,
por lo que lloramos tantos anhelos.
Quizás debamos ser valientes de nuevo
y decir no, amigos, no es esto.

No es esto compañeros, no es esto
ni palabras de paz con barrotes
ni el comercio que se hace con nuestros derechos,
derechos que son, que no hacen ni deshacen
nuevos barrotes bajo forma de leyes.

No es esto compañeros, no es esto;
Nos dirán que hace falta esperar.
Y esperamos, bien es cierto que esperamos.
Es la espera de los que no nos detendremos
hasta que no sea preciso decir, no es esto.

Esta canción nos recuerda que juntos podemos conseguirlo. ¡Un nuevo mundo es posible!.

- Lluís Llach (Girona, 1948). Músico y cantautor. Perteneció al grupo Els Setze jutges. Puede considerarse como uno de los abanderados de la Nova Cançó Catalana. Su discografía está llena de canciones emblemáticas.
- Rocío López (Toledo, 1974). Diputada nacional por esta provincia.

2 comentarios:

AGL dijo...

Que duro te ha salido este post. Que duro pero que cierto... Desde las atalayas, donde siempre hay "velas" que no duermen, oteando el horizonte, no vaya a ser que alguien se levante y los pille desprevenidos.

Anónimo dijo...

Se va haciendo imposible escribir con menos dureza cuando uno se refiere al día a día que nos rodea. Y todo ello sin llegar a la dureza extrema a la que están conduciendo a muchas capas sociales y especialmente a una juventud a la que se les está negando el futuro.No hay mayor dureza que eso. Que no olviden que torres más altas han caído. Aunque estén en guardia y cada día más. (JAEM)