"... No existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos, maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables, venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño."
1 comentario:
A veces leo la columna de Manuel Vicent. Me identifico con muchos de sus comentarios y visiones de "la cosa". Gracias por poner en el blog la de los deseos para el año nuevo. Son geniales; ¡ojalá se cumplan!
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