En esta tarde ya hundida en la noche, fría, lluviosa.... miro trás los cristales de mi ventana. Y comparto, un bello poema lleno de nostalgia y de mirada interior. Como la tarde que se fue. Como yo ahora.
COLLIURE
Un rincón en el mundo
detrás de una frontera,
o detrás de los años y los amaneceres
con la esquina doblada
como las páginas de un libro,
o detrás de las curvas de una guerra.
Se conmueve el camino a la orilla del mar.
Parece un látigo en el aire
de febrero lluvioso.
Cuando baja del coche,
Ángel gonzález duda,
pone sus pies heridos en la historia
y sube muy despacio,
entre muros franceses
y casas repintadas
con el azul de los veranos,
hasta llegar al cementerio.
Lo que nos trae aquí
no es el sol de la infancia.
Los lugares sagrados nos permiten vivir
una historia de todos en primera persona.
Las flores de la tumba de Machado
imitan el color de una bandera
sagrada por mandato
de mi melancolía.
Aquello que perdimos una vez,
y el frío de las manos, la palabra en el tiempo,
el dolor de las vidas que se cortan
en el cristal de los destinos rotos,
descansa hoy, casi desnudo,
en una tumba de poeta.
¿Cuándo llegamos a Sevilla?,
preguntaba su madre al entrar en Colliure.
Qué difícil la suerte
de los pueblos que viven protegidos
por la misericordia de un poema.
Qué difícil la última
soledad de Machado.
La luna llega al mar,
el mar llega a Sevilla,
nosotros a un recuerdo
y a esta pálida, desarmada emoción
de compartir una derrota.
3 comentarios:
No se puede elegir un poema más hermoso para unaa tarde y una época como esta. AGL
Lo oí una tarde de octubre en un famoso congreso jerezano. Ya entonces me pareció espléndido. Hoy lo recupero y lo disfruto en una cálida noche de invierno,en el silencio y la soledad apacible del bendito viernes.
Para anónimo 2:
Realmente extraordinario. sus colecciones de poemas "Nada grave" y "Vista cansada" son una maravilla. Gracias por tu comentario.
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